POR: ABOG. JESÚS MACEDO GONZALES
Siempre solemos hablar de los corruptos y nos olvidamos de las personas honorables de nuestro país, que es muy probable que sean muchas. Una de ellas es Delia Espinoza, la fiscal de la nación destituida por el Congreso, quien en cumplimiento de su función les abrió investigaciones porque ellos estaban elaborando leyes a su favor, lo cual significaba conflicto de intereses.
Pero lo más irónico es que el Congreso la ha inhabilitado porque supuestamente ella firmó una directiva que jamás lo hizo, es decir, puras mentiras.
Pero lo más importante fue lo que Delia Espinoza, en su cara pelada, les dijo en el Congreso, y que copio textualmente:
“Estoy aquí traída no por haber cometido una falta o delito contra la Constitución o la ley, sino porque a través de este proceso constitucional se pretende mandar un mensaje a la población, especialmente a los funcionarios. ¿En qué sentido? ‘O te doblegas o te sacamos, si no pierdes tu trabajo, tu vida o pierdes lo que amas hacer’”.
“Desde que asumí honrosamente el sueño de fiscal de la nación para trabajar y hacer retroceder la criminalidad como lo hice desde adjunta, provisional y ahora suprema titular como fiscal de la nación, legítima titular, que llegué sin deberle nada a nadie, no toqué la puerta de un grupo político para que me apoye, para que llame ante la Junta Nacional de Justicia. No vendí mi alma al diablo para que en el cargo se me mantenga tranquila gozando de todas las atribuciones y prerrogativas. Lamentablemente choqué con un poder oscuro que no me quiere”.
“Así pretenden señores, con todo respeto, ¿ir a la reelección? Perdonen, pero yo sí voy a asegurarme de que quienes están yendo contra la Constitución y mis derechos fundamentales, yo sí me voy a encargar de mostrar esos rostros, porque no merecerían que el pueblo les ratifique una confianza, porque no están cumpliendo un juramento sagrado, por Dios y por la Patria, por quien han jurado ¿ah?”.
“Yo no he jurado por mi beneficio, yo he jurado trabajar. Porque si hay corrupción en el más alto poder, ¿qué pasa con los servicios públicos? Son pésimos. Miremos cómo está el Perú y he sentido, perdonen, pero soy sincera y no lo tomen a mal. ¿Cómo hay dinero para refaccionar la fachada del Congreso cuando hay escuelas que se están cayendo a pedazos y los niños tienen que estudiar en la intemperie? Cómo está la costa, la sierra y la selva en provincial y lugares alejados, es porque hay corrupción”.
“Y si la cabeza no camina bien, los funcionarios de confianza, los designados, directores o ejecutivos, no van a ser los mejores porque van a ser los incompetentes, porque son los sobones. Esa es la corrupción por la cual he jurado y luchado contra ella, y voy a seguir luchando desde la trinchera donde me encuentre; mi voz no se va a apagar señores, y no es amenaza, solo voy a privilegiar la verdad”.
“Y eso es lo que la gente —a quien agradezco al público, a la población peruana— muy espontáneamente me viene saludando por las calles; nadie me tira una piedra, nadie me jala del pelo, nadie me grita, ¡no! Todos me saludan y me agradecen y me dicen: ‘Doctora vuelva’. Volver señores, y podemos unirnos, y siempre lo he dicho, yo tengo planes muy bonitos para trabajar contra la inseguridad ciudadana, para dar con los cabecillas tengo por ahí mis informaciones, pero para eso debo volver a mi trabajo, con un concurso que me he ganado y que la nefasta Junta Nacional de Justicia quiere desconocer. ¿Por qué no pasan la entrevista de mi caso para que vean si dicen que me han favorecido?”
Al final, la Dra. Delia Espinoza les dijo a los congresistas que si tuvieran la conciencia limpia no tendrían miedo a ser investigados y, aunque la inhabiliten, regresará. Esperemos que sí, doctora, necesitamos mujeres valientes y de justicia en nuestro Perú.
Sabemos que usted volverá y con gloria.


