POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS – ECONOMISTA DEL CEOP ILO
Como si poco fuera la grave crisis de salud con altos niveles de fallecidos y contagiados por el Covid-19, la consiguiente crisis económica de recesión productiva, desempleo y pobreza; se suma la crisis política que apunta al desgobierno total de nuestro país.
Como dicen los teóricos en política nada es casualidad y así lo es con lo sucedido con los audios realizados al Presidente Vizcarra en la que supuestamente estaría incurriendo en acciones para mentir ante las investigaciones fiscales y parlamentarias.
La sucesión de hechos acelerados, intencionados y sorprendentes han demostrado que los audios son utilizados por parte de Congreso para propósitos soterrados y extremos como es declarar la vacancia Presidencial del Ejecutivo y dejar el camino expedito de relevo al Sr. Merino, Presidente del actual Congreso que está apoyado por los partidos UPP, PP y AP con diferentes intereses, los dos primeros para brindar a sus congresistas que tienen acusaciones delictivas, cambiar las reglas de juego de las elecciones generales y erigirse indebidamente en el poder político.
Está claro que los audios al actual Presidente sobre el caso Richard Cisneros deben ser investigados en profundidad y sobre todo por el poder judicial y la fiscalía cumpliendo con la actual Constitución que señala que estas deben realizarse una vez que este deje el poder político.
La inmunidad ante la corrupción debe ser sancionada a sea quien sea.
La vacancia acordada por la mayoría Parlamentaria es sospechosa, primero porque ellas no caben en la definición de permanente falta moral, segundo porque los audios son denunciados por el Congresista Alarcón que tiene tres denuncias constituciones por el poder judiciales que no se sancionan porque la mayoría Congresal lo protege, tercero porque los audios sin su verificación técnica, sin pasar por la comisión de fiscalización y constitucional se propalan en el pleno congresal, cuarto la precipitada actuación de los congresistas hacia la vacancia es intencionada a beneficiarse del caos político.
Se suma al montaje la llamada publica y telefónica del Presidente del Congreso a la intervención de las Fuerzas Armadas para asegurar una nueva modalidad de golpe de Estado.
El hecho que el Presidente Vizcarra no sea un político de nuestra preferencia no nos amínala a afirmar que le quiere destituir por parte de grupos parlamentarios delincuenciales, elites que se adineran con el negocio de las universidades (Acuña y Luna) y los que quieren tomar el poder entrando por la ventana para inclinar la balanza en su favor en las próximas elecciones generales.
Debemos asegurar primero que las próximas elecciones sean limpias, transparentes, con oportunidad para todos y en las fechas establecidas. Reclamar sanción ejemplar a los que cometen delitos de corrupción tanto en el sector público como en el sector privado y al mismo tiempo garantizar la gobernabilidad ante la pretensión de grupos delincuenciales que creen que el país es su chacra para hacer lo que ellos quisieran en favor de sus intereses.
La vacancia no va a solucionar la crisis del país, por el contrario, la agravara. Exigir que los partidos demuestren ejercicio democrático en la selección de sus candidatos, que tengan una limpia hoja de vida, experiencia en el cargo público y capacidades para proponer políticas públicas y proyectos de leyes.
La única manera impedir que lo gobernantes no cumplan sus promesas y quieran hacer solo lo que les interesa, es contar con un pueblo organizado, participativo y actuando también políticamente. Si ello lo hacemos permanentemente estaremos construyendo la institucionalidad democrática duradera y de bienestar general.
