Por: Enrique Rivera Salas
Estoy completamente de acuerdo con la creación de la Asociación de Apoyo al Desarrollo de Mollendo. Fundamento mi parecer en vista de que, desde hace un buen tiempo, los llamados “líderes”, en su mayoría, ya se encuentran en la vida eterna.
Y creo que el momento es muy oportuno para despejar el tiempo que se ha perdido, en relación con lo que han avanzado otras ciudades hermanas, y todo esto por la dejadez de sus pobladores y sus autoridades.
Quiero felicitar profundamente a mis paisanos mollendinos, que perderán su tiempo en sus respectivas profesiones.
Seguramente, como siempre, aparecerán algunos criticones, llamados por muchos “Jaimitos” —porque lo saben todo—, que no estarán de acuerdo porque no han sido elegidos. Yo me atrevo a decirles que sí podemos hacerles llegar algunos proyectos o prioridades de obras que se estancan proponiendo, y estoy seguro de que serán recepcionados con mucho cariño y afecto por esta Asociación.
Y, para conocimiento de todos, se está trabajando para tener la personería jurídica, es decir, presentar el acta de fundación, los estatutos, legalizar los libros de actas, de tesorería y la relación de socios debidamente fundamentados por notario público y, finalmente, lograr la inscripción en Registros Públicos.
Para mí, personalmente, como periodista colegiado y dado que he sido dirigente de varias instituciones en mis 86 años, sé y reconozco lo difícil que es gestionar, hoy más que nunca, por los momentos complicados que estamos pasando. Trabajar en estas condiciones y lograr luego que tengan el camino para triunfar en los fines que se han propuesto, en beneficio de nuestro querido Mollendo, es una gran tarea.
En virtud de todo esto, me permito felicitar desde ya a los miembros que conforman la Asociación de Apoyo al Desarrollo de Mollendo y repetir sus nombres para que no nos olvidemos de ellos: Amalia Cuba Salerno, Alberto Montoya Sánchez, Bernardino Rodríguez Carpio, Walter López Retamozo, Percy Medina Pinto, Jorge Lira Torres, Roxana Doig Torres, Amador Núñez Perea y Daniel Manrique Alarcón; todos ellos dignos profesionales de conocida trayectoria.
Sus gestiones las harán en base al diálogo con las autoridades locales y regionales.
Finalmente, no hay que perder el tiempo.