POR: BETO LAJO PAREDES
Vivimos una prolongada crisis presidencial desde las pesquisas parlamentarias e investigaciones fiscales iniciadas contra: Alan García del primer gobierno (la Corte Suprema resolvió no ha lugar abrir instrucción / archivo); Alberto Fujimori (fue condenado por homicidio y corrupción); Alejandro Toledo (condenado por Colusión y Lavado de Activos); Ollanta Humala (juicio oral: aportes ilegales de dinero extranjero a campaña electoral); Pedro Pablo Kuczynski (investigado por lobista, brindó servicios particulares a Odebrecht, siendo ministro de Economía y Finanzas, y presidente del Consejo de Ministros); Martín Vizcarra (juicio oral: cohecho (coimas) cuando Gobernador Regional de Moquegua). Procesados cuando dejaron de ser jefes de Estado, en condición de ex presidentes.
La investigación del Ministerio Público a presidentes de la República en pleno ejercicio del cargo, se inició con Pedro Castillo por: ascensos de las FFAA, Puente Tarata y los “niños”, Caso Petroperú, Plagio de tesis, Caso Anguía, Gabinete en la sombra, Caso Sada Goray; incluso, hubo intervención fiscal en Palacio de Gobierno, encontrando miles de dólares en baño de Secretaría General. Ha continuado con Dina Boluarte: Caso muertes en protestas; relojes Rolex y otro; hasta la Diviac allanó la casa de la presidenta.
“Distopía: Representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana”. “Si la utopía representa el proyecto de sociedad ideal que nos traerá la felicidad plena, la distopía representa la posibilidad real de que, en su choque con la realidad, esa sociedad supuestamente perfecta se transforme en un auténtico infierno”. (internet).
Veamos la situación del país: incremento de delitos (cobro de cupos, extorsión, sicariato, hurto y robo de celulares); consolidación de economías ilegales (minería ilegal); paros de transportistas por ser víctimas de crimen organizado. En este contexto se, dan las declaraciones de Vladimir Cerrón, el único líder (en la actualidad) que piensa, actúa y se proyecta como político, quien a pesar de ser marxista desfasado, no tiene vergüenza de confesar su adhesión ideológica al socialismo científico de Marx, bolchevismo de Lenin y autoritarismo de Stalin; calificó con dureza a la presidenta Dina Boluarte (expresión de la traición, oportunismo, egocentrismo, mezcla de soberbia con mediocridad, títere de la derecha); fue autocrítico por haberla llevado en la fórmula presidencial (jamás estuvo preparada para el ejercicio del cargo, es fruto de la improvisación de la inmovilización social por la pandemia); anunció (no tendrá oportunidad de dirigirse al país el 28 de julio de 2025, su salida está prevista entre abril y julio del próximo año); le aconseja preparar su sucesión en el poder.
Frente a este anuncio de vacancia presidencial o pretensión de forzar la renuncia de la señora Boluarte, en medio de alta desaprobación del Congreso y del Poder Ejecutivo; deja entrever un singular “golpe de Estado”, paradójicamente, dentro de la Constitución, siguiendo el camino boliviano de Evo Morales, quien, siendo diputado, armó protestas populares masivas, provocando las dimisiones de los presidentes Gonzalo de Lozada, Carlos Mesa y otro; obligando a Elecciones Generales “adelantadas”. De darse, esta “distopía” (tiene su inmediato antecedente y aliento en Nicolás Maduro, ha hecho fraude electoral, nadie lo puede sacar del poder, así esté en su contra medio mundo); tendría apoyo internacional de China Popular, Rusia de Putin, ni qué decir, de los presidentes Lula da Silva (Brasil), Gustavo Petro (Colombia), Claudia Sheinbaum (México), y otros.
Vladimir Cerrón y Martín Vizcarra ¿gestores del golpe vía vacancia o renuncia presidencial? tienen serios problemas por delitos probados, son amigos desde cuando fueron gobernadores regionales (2011-2014) ¿estarán esperanzados en salvarse de condenas, mediante salidas no constitucionales?