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Constitución: Conciencia, patria y democracia

Por: Edgard Norberto «Beto» Lajo Paredes   

Históricamente en nuestro Perú, tanto en el Perú Antiguo (Prehispánico), como el Perú Colonial (Hispánico), existió el régimen monárquico, gobierno de una sola persona (inca, rey) con todos los poderes de legislar, ejecutar y administrar justicia. El régimen republicano, gobierno de varias personas con separación de poderes (poder legislativo, poder ejecutivo y poder judicial), se dio en nuestro país, con la Independencia, al liberarnos de España (Soberanía); con la instalación del Primer Congreso Constituyente, conformado por representantes elegidos libremente por el pueblo (Democracia); y, la promulgación de la Primera Constitución de 1823, elaborada por el propio pueblo, mediante sus representantes, estableciendo el fin de la monarquía en todas sus formas y su reemplazo por la democracia política (Estado de Libertad). Son estos tres elementos, a tener en consideración, en la forja de nuestra conciencia republicana, de reconocer con orgullo que, el origen de nuestra Patria peruana es con soberanía, democracia y libertad: Independencia política, Parlamento Nacional y Constitución.

AMÉRICA: PATRIA Y DEMOCRACIA

El fundador del Aprismo, nos expone: “El origen de las modernas patrias americanas está vinculado, fundamentalmente, a la Democracia. Los fundadores y libertadores de las naciones de ambas Américas identificaron los conceptos de Patria y Democracia. Cuando después de la Revolución Francesa, las guerras napoleónicas plantearon en Europa la lucha entre dos imperialismos políticos, los pueblos de Indoamérica ‘no toman bando’ en aquella contienda: la aprovechan para independizarse. Buscan la ayuda de Inglaterra y la utilizan en su beneficio. Adoptan los principios de la Revolución Francesa, y, siguiendo el ejemplo de los Estados Unidos del Norte, toman la forma republicana constitucional y funden en el ideal democrático la noción de Patria” (Obras Completas de Víctor Raúl Haya de la Torre, tomo 4, pág. 359). Esta tesis hayista, aún no estudiada, nos propone con acierto que, nuestro patriotismo es amor al terruño, a la vez, a la libertad y democracia, también a la Constitución y derechos de las personas.

LA GRANDEZA DE LOS LIBERTADORES

“Por decreto de 3 de agosto de 1821 asumió San Martín ‘el mando político y militar de los departamentos libres del Perú’ bajo el título de Protector, que luego cambió por el de Protector de la libertad del Perú”. “Además por decreto de 27 de diciembre de 1821 convocó San Martín, por primera vez, a la ciudadanía. Lo hizo con el fin de que eligiera libremente un Congreso Constituyente para el exclusivo objeto de establecer la forma de gobierno por la que se regiría el Perú y dar la Constitución más conveniente”. (Historia de la República del Perú 1822-1933 de Jorge Basadre Grohmann, Producciones Cantabria, Tomo I, pág. 37). San Martín, proponía la monarquía constitucional, como régimen político para el Perú; proyecto no acogido en nuestro país y rechazado por el Primer Congreso Constituyente, estableciendo en la Constitución de 1823, el régimen republicano. El Libertador San Martín, no impuso su propuesta monarquista, simultáneamente, fue respetuoso de la decisión de nuestros ancestros compatriotas republicanos. Nuestro Libertador Simón Bolívar, antimonárquico por convicción e independentista sin concesiones, se hizo dar por el Congreso “supremos poderes políticos y militares”, temporalmente, el 10 de setiembre de 1823. (Presidentes y Gobernantes del Perú Republicano, Municipalidad de Lima, pág. 51). Para ello, el propio Congreso, que aprobó la Constitución de 1823 (12/11/1823), suspendió su vigencia. (Colección Constitucional Peruana, Ministerio de Justicia, tomo III, pág. 13). “Bolívar expresó que la dictadura era tan peligrosa como incompatible con su calidad de Presidente de Colombia y con el Estado del Perú”. “Terminó renunciando a la dictadura. Agregó: ‘Proscribid para siempre, os ruego, tan tremenda autoridad, ¡esta autoridad que fue el sepulcro de Roma! Fue laudable, sin duda, que el Congreso, para franquear abismos horrorosos y arrastrar furiosas tempestades, clavase sus leyes en las bayonetas del Ejército Libertador; pero ya que la nación ha obtenido la paz doméstica y la libertad política, no debe permitir que manden sino las leyes”. (Historia de la República del Perú 1822-1933 de Jorge Basadre Grohmann, Producciones Cantabria, Tomo I, pág. 142). Es decir, aceptó la dictadura, conferida por el Congreso peruano, para consolidar la Independencia política, luego renunció definitivamente.

Nuestro Patriotismo tiene su origen en la Independencia política; en la República democrática; en la Constitución libertaria; en el rechazo de la dependencia y en la proscripción de la dictadura.

Análisis & Opinión

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