Comerciantes formales del mercadillo zonal Túpac Amaru, ubicado en Alto Inclán, expresaron su malestar ante la creciente presencia de ambulantes y minimarkets informales en los exteriores del centro de abasto, situación que —según afirman— está afectando gravemente sus ventas.
Los vendedores establecidos aseguran que, a pesar de cumplir con sus obligaciones tributarias y mantener sus locales en condiciones adecuadas con servicios básicos como agua y electricidad, deben enfrentarse a una competencia que no cuenta con licencia de funcionamiento, ni autorizaciones municipales.
“Nosotros pagamos a la Sunat, autovalúo, y todo lo que exige la ley. Aquí está todo limpio y en regla. Sin embargo, los ambulantes venden sin ninguna fiscalización. Eso es competencia desleal”, señaló uno de los comerciantes afectados.
Los comerciantes responsabilizan directamente a la Municipalidad Provincial de Islay, a la que acusan de permitir esta situación por la falta de control y fiscalización en los alrededores del mercadillo.
Indicaron además que, por esta situación, varios puestos han tenido que cerrar temporalmente debido a las bajas ventas, agravando la economía de las familias que dependen de este mercado.