Por: Enrique Rivera Salas
Esta es la segunda y última parte de esta nota periodística, y quiero ser hidalgo en decirlo, que aún falta nombrar muchas obras más, decir también que en su mayoría fueron construidas por el maestro de obras y personal obrero del municipio, a cargo del maestro constructor Alejandro Enríquez Postigo a quien lo llamaban cariñosamente “Chochorocho”.
Don Aureliano Carmelino nació el 9 de diciembre de 1896, viviendo desde pequeño en el Puerto del Callao. Sus estudios los hizo en el Colegio Nacional de Nuestra Señora de Guadalupe. Entró a la Escuela Naval a oficial de la Marina de Guerra del Perú, participó en acciones bélicas en el conflicto con Colombia y el conflicto con Ecuador; siendo condecorado con distinciones y medallas de Honor al Mérito Naval, donde sirvió 38 años. Fue Capitán de Puerto del Callao y Mollendo. Se casó con la distinguida dama mollendina, Bertha Elías.
Aureliano Navarrete tuvo tres hijos: Guillermina, Enrique, destacado médico en Lima y María Concepción, quien se casó con el Sr. Henry Mogrovejo Díaz, ambos incursionaron en el aspecto turístico conduciendo el prestigioso Hostal “La Posada” situado en el corazón de la ciudad de Mollendo; lamentando el fallecimiento hace último de Henry.
El comandante Navarrete como alcalde asistió dos veces consecutivas al congreso nacional de alcaldes llevado a cabo en Palacio de Gobierno en el mes de agosto de 1964 y también participó en el congreso de alcaldes del litoral, habiéndose elegido como miembro de dicho directorio.
El comandante Navarrete fue alcalde en tres periodos igualando en esos tiempos su permanencia con el distinguido alcalde Augusto Ratti.
Hay que señalar que el comandante Navarrete tuvo el honor de presidir como alcalde en los festejos del centenario de Mollendo en 1971.
Propiamente Navarrete se ha convertido en el símbolo de trabajo que, con honestidad, honradez, humildad y de entrañable popularidad, se hizo querer mucho, especialmente con la gente más necesitada. Alguna vez dijo “Soy mollendino de corazón. Amo a este pueblo”. Y cuanto pudo prometer fue trabajo y más trabajo para su desarrollo.
Finalmente, quiero señalar que el comandante Navarrete subió a los cielos el 12 de setiembre de 1979, mientras que su esposa Bertha Elías que nació el 1 de julio de 1911, lo acompañaba desde el infinito desde el 7 de noviembre de 1977, sus restos reposan en el cementerio Baquíjano del Callao.
