POR: JESÚS O. LIENDO BELTRAMÉ (jliendo21@hotmail.com)
“Las naciones más avanzadas son siempre las que más navegan” – Ralph Waldo Emerson –
Pero, ¿navegan más porque son más avanzadas, o son más avanzadas porque navegan más? La nación que consiga dominar el mar, controlará el transporte marítimo y por ende el comercio internacional. La infraestructura logística para el comercio nacional e internacional está integrada por las vías de transporte aéreo, marítimo y carretero, que se complementan con rutas férreas, de cabotaje e instalaciones de oleoductos y gasoductos.
Somos un país bendecido por tener una geografía variada, con centros de producción en las distintas regiones, cuyas cosechas muchas veces se pierden por no tener la conectividad necesaria que permita llegar a los puertos.
Se hacen necesarios puertos fluviales, de carga y pasajeros, puertos a lo largo del Amazonas (Santa Rosa, Indiana, Pebas y Caballococha). El río Amazonas debe convertirse en el gran eje de integración fluvial de tal forma que cada centro de producción esté conectado para extraer sus cosechas. Es necesaria la conectividad férrea, y la debida promoción y facilitación del cabotaje, a fin de que tomen importancia en el transporte de mercancías al interior del país y en el comercio internacional. La infraestructura se debe adecuar a cada centro productivo y permitir que insumos para bienes de exportación lleguen a cada industria.
Según el Marco Macroeconómico Multianual, elaborado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la brecha en infraestructura en sectores estratégicos como Transportes, Vivienda, Educación, Salud, Agricultura e Interior alcanza, al menos, los US$ 69 mil millones. El informe sostiene que, si se toma en cuenta los presupuestos actuales, dichos sectores cerrarían sus brechas en un promedio de 14 años. Del mismo modo, el Plan Nacional de Infraestructura, elaborado por AFIN (Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional) y la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico, ha estimado una brecha de infraestructura para el periodo 2016 – 2025 de US$ 159,549 millones.
Ahora bien ¿Cómo se encuentra Transportes? De acuerdo al Instituto Peruano de Economía (IPE), la brecha de infraestructura en ese sector (ferrocarriles, carreteras, aeropuertos y puertos), asciende a US$ 57,499 millones en el período 2016-2025. En comparación al resto de sectores, es la brecha más grande por cerrar.
Lo ideal sería proyectar la construcción de un segundo eje vial, que irá bordeando la costa pacífica en paralelo a la vía longitudinal. Así como, la interconexión cada vez más amplia entre los modos de transporte por medio de la construcción de dobles calzadas, creación de puentes, bypass, mantenimiento y ampliación de sus vías regionales, provinciales y comunales.
Recapitulando, queda demostrado que, el transporte marítimo es clave en el comercio internacional e incluye muchos segmentos que dependen de su funcionamiento. Supone el 80% del comercio a nivel mundial. En los últimos años el sector ha perdido impulso por razones atinentes a la crisis económica que ha impactado en la demanda de forma negativa.
Por otra parte, se ha producido un importante proceso de reconversión y de concentración que ha modificado el equilibrio competitivo. La entrada de las grandes compañías marítimas en el ámbito de las infraestructuras y servicios portuarios supone un desafío para la competencia que requiere la intervención de los poderes públicos en términos regulatorios y, en particular de las autoridades de competencia.
Durante muchos años el sector se ha beneficiado de una exención de las reglas de la competencia, pero en estos momentos se encuentra sometido a su aplicación de forma plena. El contexto actual, plantea problemas a los proveedores de servicios de transporte marítimo de línea. Entre estas dificultades figuran la reducida demanda debido al frágil crecimiento del comercio mundial desde 2009; fletes históricamente bajos; la intensa competencia entre los transportistas, que podría dar lugar a recortes insostenibles en los fletes; la pugna por adquirir mega buques; y nuevos requisitos reglamentarios ambientales más estrictos.
Los puertos del norte de Chile, son nuestros directos competidores. Debemos considerar que, la competencia en la infraestructura y los servicios portuarios es una temática compleja, cuyo análisis demanda la verificación de niveles diversos de integración y acceso, siendo necesario observar múltiples aspectos que están conectados. Analizar el puerto como una actividad comercial separada impide la percepción de su complejidad.
Los puertos son parte importante de una cadena logística afectada directamente por la globalización y sus nuevas tecnologías. De ese modo, la actividad portuaria es esencial para hacer viable la industria y el comercio a nivel mundial. En la actualidad, aunque a diferentes niveles, el comercio internacional es una actividad necesaria para la viabilidad económica y social de la gran mayoría de las naciones. La mayor parte de los puertos se inclina por utilizar el sistema de concesiones para la gestión de las terminales y los servicios portuarios. Es de ese régimen de concesión que emerge la competencia a dos niveles: la competencia intraportuaria y la competencia interportuaria.
El 30 de octubre de 2021, en ocasión del VI Gabinete Ministerial Binacional Bolivia – Perú, Los Presidentes de Bolivia, Luis Alberto Arce Catacora y del Perú, José Pedro Castillo Terrones, reunidos en la ciudad de La Paz, Bolivia, suscribieron importantes acuerdos, en donde podemos destacar para el desarrollo portuario del Sur del Perú, los siguientes:
- Reafirmaron el compromiso para impulsar y concluir, en el más breve plazo posible, el estudio integral de factibilidad del proyecto de Corredor Ferroviario Bioceánico de Integración (CFBI) para el desarrollo e integración de la región.
- Destacaron la visita conjunta al Puerto de Ilo realizada el pasado 19 de octubre de 2021, ocasión en la que se evidenciaron los avances alcanzados en la implementación del Convenio de Cooperación Interinstitucional entre la Empresa Nacional de Puertos (ENAPU) y la Administración de Servicios Portuarios-Bolivia (ASP-B), suscrito el año 2017, para promover y dinamizar las actividades de importación y exportación de carga boliviana, utilizando las instalaciones del Terminal Portuario de Ilo en la Región Moquegua, Perú.
- Valoraron las importantes inversiones que realiza el Gobierno peruano para el mejoramiento de la infraestructura y las operaciones del Puerto de Ilo, para mejorar su capacidad operativa a fin de atender la creciente demanda de carga boliviana. En ese sentido, se comprometieron a continuar desarrollando esfuerzos conjuntos de promoción del comercio exterior boliviano a través del Puerto de Ilo.
- El Presidente del Perú transmitió su más amplio espíritu de solidaridad y comprensión en relación a la situación de mediterraneidad que afecta a Bolivia y ratificó el compromiso del Perú de brindar las mejores condiciones para el tránsito de personas y mercaderías bolivianas, a través de su territorio y de sus puertos.
Convencionalmente, las políticas públicas relativas a la infraestructura y el transporte se han tratado en forma disociada y se han implementado unimodalmente. Asimismo, la logística- una de las aplicaciones claves para el desarrollo, suele no tener un abordaje orgánico y sistemático. Tal tratamiento ha impedido una provisión y operación de los servicios de infraestructura necesarios para alcanzar un desarrollo económico y social sostenible en el país.
No cabe duda de que los resultados macroeconómicos del país le han permitido afrontar una situación muy dura y compleja como la pandemia del coronavirus. Ahora, ante un panorama más alentador y la reactivación económica en marcha quedan retos por asumir para consolidar nuestra economía. Uno de ellos es el cierre de la brecha en infraestructura.
El Perú es uno de los países que han demostrado una mayor resiliencia ante la pandemia del covid-19. Pese a las limitaciones estructurales en sectores claves para enfrentar la pandemia, luego de varios meses de intensa lucha, los resultados empiezan a mejorar y la economía, tan vapuleada por la enfermedad, ha iniciado un proceso de franca recuperación.
Sin embargo, es necesario profundizar en ciertos temas de singular relevancia para que el Perú, en el futuro, pueda afrontar en mejores condiciones situaciones tan complejas como la que vivimos.
Uno de estos temas es la infraestructura, en relación con la situación actual del país en materia de infraestructura, en el Índice de Competitividad Global el Perú ocupa el puesto 65 de un total de 141 países.