China incrementó la presión sobre Canadá para que libere a la directora financiera de Huawei, Meng Wangzhou, y amenazó a ese país con «graves consecuencias» por su detención, convirtiendo el caso en uno de los peores conflictos diplomáticos entre Pekín y Ottawa.
El viceministro de Asuntos Exteriores de China, Le Yucheng, convocó el sábado por la noche al embajador canadiense John McCallum para presentarle una «fuerte protesta» por el arresto de Meng en Vancouver e instó a Ottawa a que la libere de inmediato, de acuerdo con un escueto comunicado de la cancillería china.
«China urge encarecidamente a la parte canadiense a que libere de inmediato a la persona detenida y proteja seriamente sus derechos legítimos; de lo contrario, Canadá debe aceptar su responsabilidad por las graves consecuencias causadas», señala el comunicado.
La cancillería china calificó la detención como «extremadamente desagradable», añadiendo que «ignora la ley» y que tiene todos los visos de «causar daños» a las relaciones chinocanadienses.
CUESTIONAN DURAMENTE A CANADÁ
Mientras, un editorial del oficial Diario del Pueblo señalaba que la parte canadiense debe darse cuenta «claramente» de que «no hay vaguedades» entre la justicia y la arbitrariedad.
«La parte canadiense debe corregir sus errores y parar inmediatamente esta infracción sobre los derechos e intereses legítimos de un ciudadano chino. Debe dar al pueblo chino una respuesta correcta y que pueda evitar pagar un precio elevado», apunta el rotativo.
Meng fue arrestada por las autoridades canadienses en Vancouver el pasado 1 de diciembre a petición de Estados Unidos, que ha solicitado su extradición para hacer frente a acusaciones de fraude para violar las sanciones impuestas por Washington a Irán.