POR: NOLBERTO ARATA HURTADO
Señor:
Javier Milei
Presidente de la República Argentina
Le escribo desde Moquegua, una ciudad del Perú que en las batallas de la independencia participaron y se sacrificaron más de 200 Granaderos a Caballo que vinieron con don José de San Martín.
Estas líneas están motivadas por un video en que usted pide a un Granadero no vaya pasos atrás de usted, sino que camine a su lado como reconocimiento a lo que los Granaderos significan para Argentina.
En las campañas libertarias del Perú, don José de San Martín estuvo acompañado por casi mil Granaderos a Caballo que participaron con él en batallas en los territorios que iba liberando. Por ejemplo, en Ecuador, en 1822, en las batallas de Riobamba y Pichincha, que están a más de 2,500 kilómetros de Moquegua, y en ambas derrotaron al ejército español.
En enero de 1823 se encontraban en Moquegua y el 18 de enero participan en la batalla de Torata y el 21 luchan en la batalla de Moquegua. Ambas son derrotas ante el ejército español y significaron una de las mayores pérdidas de vidas de los Granaderos a Caballo.
El investigador Rolando Apaza Viveros narra la intervención de los Granaderos a Caballo de San Martín: “Están presentes y los moqueguanos se aprestaban para apoyar a los soldados patriotas. Por la mañana se inicia la batalla… resistían con valor la ofensiva española. Dada la superioridad realista, la infantería patriota inicia una precipitada retirada, circunstancia que la caballería española ‘sablea’ y diezma los batallones patriotas. Ante esta crítica situación, se ordena a la caballería argentina, dirigida por el comandante Juan Lavalle, de 400 plazas, cargar contra la caballería española que los duplicaba en número. Una y otra vez los Granaderos volvían a la carga para cubrir la retirada de los infantes. Repitieron la acción hasta quedar sólo 180 Granaderos. El valor y coraje ha quedado descrito por generales e historiadores españoles testigos de tal proeza patriótica”.
Algunos heridos fueron trasladados a la actual plaza de la ciudad para ser atendidos. Como resultado de la batalla, murieron más de 200 Granaderos a Caballo. Según narra el historiador Gustavo Valcárcel, eran tantos los muertos y la crueldad española era tal, que los cadáveres se pudrían en medio de las calles y fueron enterrados en fosas comunes. Según investigaciones, los cuerpos de los Granaderos nunca fueron repatriados y aún continuarían en suelo moqueguano, con calles y casas encima de ellos, olvidados tanto por autoridades nacionales o argentinas y generaciones de ciudadanos que no han sabido valorar el sacrificio de los Granaderos que sucumbieron en Moquegua.
Luego del desastre de Moquegua, quedaron 180 Granaderos que se embarcaron desde el puerto de Ilo en vapor hacia Lima y sufrieron la desgracia de un naufragio, sobreviviendo sólo 100 que, en 1825, lucharon en Junín y Ayacucho por la independencia de América.
El 19 de febrero de 1826 retornaron a Buenos Aires 78 Granaderos al mando del coronel José Félix Bogado.
Señor presidente, atendiendo los párrafos anteriores, me atrevo a hacerle dos pedidos:
- Que su gobierno haga en Moquegua una exhaustiva investigación para ubicar los cadáveres de los héroes Granaderos, ya que es aquí donde se reportaron tantas pérdidas de vidas y sería una pena que, 202 años después, sigan ignorados. Lamentablemente, no contamos ni con los recursos económicos ni los medios tecnológicos para hacerlo.
- Que, en Moquegua, como punto importante en las luchas de los Granaderos, su gobierno financie la edificación de un monumento en memoria de tan importantes héroes.
Señor presidente, tengo la esperanza de que estas líneas lleguen a su persona y lo motiven al reconocimiento de los héroes Granaderos a Caballo.
Gracias por su atención.
