Tras la declaratoria de emergencia ambiental en diez distritos de la región, el biólogo Carlos Santos, subgerente de Gestión del Medio Ambiente de la Municipalidad provincial de Mariscal Nieto, destacó la importancia de esta medida como un punto de partida para enfrentar la contaminación generada por aguas ácidas en zonas altoandinas.
“Ha sido una medida muy esperada por la población. No llegó por iniciativa técnica, sino por la presión social legítima”, señaló Santos, haciendo referencia a los distritos de Carumas, Titire, Aruntaya y San Cristóbal, los más afectados dentro de Mariscal Nieto.
Sin embargo, advirtió que la declaratoria no viene acompañada de presupuesto, lo que obliga a una gestión intensa por parte de las autoridades. “No es momento de buscar culpables. Ministerio, gobierno regional, municipalidades y la propia empresa minera debemos trabajar en conjunto”, afirmó.
Entre las acciones urgentes, Santos mencionó el tratamiento inmediato de las aguas contaminadas, que solo podrá iniciarse si el Ministerio de Energía y Minas autoriza el uso de las aguas judicializadas. A largo plazo, se evaluará la viabilidad de una planta de tratamiento.
Además, recordó que están a la espera del pronunciamiento del Tribunal Constitucional, que deberá definir legalmente quién tiene la responsabilidad directa del tratamiento de las aguas ácidas. “Eso evitará el tira y afloja entre el Ministerio y la empresa minera”, subrayó.
Finalmente, hizo un llamado a la ciudadanía a no bajar la guardia: “No debemos conformarnos solo con la emergencia. El día que el río recupere su vida, ese día recién estaremos satisfechos”, concluyó.