POR: PHD. ING. AVID ROMÁN GONZÁLEZ
Para fortalecer la generación de conocimiento en las universidades públicas, el Gobierno del Perú ha mantenido la asignación del Bono de Docente Investigador (BDI), un incentivo que reconoce el compromiso con la generación de conocimiento, la producción científica y promueve la investigación en educación superior. Sin embargo, pese al crecimiento sostenido de la inversión en este bono hasta el 2022, en 2023 se registró una reducción presupuestaria cercana al 40%, lo que genera preocupación en la comunidad académica.
MARCO NORMATIVO PARA PROMOVER EL DESARROLLO CIENTÍFICO
El impulso a la investigación en el Perú está respaldado por diversas normativas que refuerzan la importancia de la ciencia y la tecnología en la educación superior, entre ellas:
- Ley N.º 18044, Ley General de Educación.
- Ley N.º 30220, Ley Universitaria, que en su artículo 86 define al docente investigador como aquel dedicado a la generación de conocimiento e innovación. Esta norma establece una carga lectiva reducida y una bonificación especial del 50% de sus haberes totales.
- Política Nacional de Educación Superior y Técnico Productiva, en sus objetivos prioritarios 4 y 6, que enfatiza la calidad y la investigación.
- Política Nacional para el Desarrollo de la Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica, que orienta el avance científico en el país.
- Ley de Promoción del Desarrollo del Investigador Científico (Ley N.º 30948 y su reglamento), que fortalece el reconocimiento del investigador en el sistema nacional.
- Leyes de financiamiento, como la Ley de Canon (Ley N.º 3084), el Fondo de Desarrollo Socioeconómico de Camisea (Ley N.º 28451) y la Ley de Regalía Minera (Ley N.º 28258), que permiten la inversión en investigación universitaria.
EVOLUCIÓN DEL FINANCIAMIENTO DEL BDI
Desde 2017, el Ministerio de Educación (Minedu) ha financiado el BDI con recursos de su presupuesto institucional, en el marco del fomento de la calidad en las universidades públicas. A lo largo de los años, el número de docentes y universidades beneficiarias ha aumentado progresivamente, reflejando un compromiso con la excelencia investigadora en el país. [Ver Figura 1]. Sin embargo, pese a este crecimiento sostenido, en 2023 se registró un recorte presupuestal significativo de aproximadamente el 40%, lo que afectó a la comunidad científica académica y su estabilidad en las universidades públicas. [Ver Figura 2]
IMPACTO Y PERSPECTIVAS
La asignación del Bono de Docente Investigador ha sido fundamental para consolidar el desarrollo científico en el país, permitiendo que las universidades públicas mejoren su producción académica y su posicionamiento internacional. Para el 2025, los docentes con calificación Renacyt de Nivel IV o superior tienen opción de recibir el BDI, si cumplen el resto de requisitos.
El Perú ha demostrado un avance significativo en investigación en los últimos años, y el respaldo financiero a los docentes investigadores es clave para mantener este crecimiento. Se espera que en los próximos años se adopten medidas para asegurar una asignación presupuestaria sostenible y acorde con las necesidades del sistema universitario.