POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS
Las elecciones presidenciales y congresales nos han demostrado que la pobreza está asentada mayoritariamente en el las zonas rurales y por supuesto lo son más en los departamentos ubicados en la zona andina.
Este el caso de Moquegua y Tacna en la que no despega la agricultura y sigue manteniendo su área cultivable y cosechable. En ambos departamentos existen áreas irrigables, pero de ahí no pasan.
Tacna no logra utilizar las aguas del rio Maure, que ya no es una controversia peruana, boliviana y chilena, sino que es un bloqueo de autoridades puneñas en detrimento del departamento heroico. Si se utilizara estas aguas beneficiará a 350 mil habitantes de Tacna, ampliará la frontera agrícola de esa región, con la incorporación de 2.800 hectáreas de tierras eriazas, y mejorará el riego de otras 1.500.
El proyecto está paralizado por años y seguirán los siglos por lo siglos si es que no hay dialogo y siguen las terquedades gratuitas.
En el caso de Moquegua la irrigación de Lomas de Ilo sigue sin realizarse por años, si bien se avanzó con la adjudicación de las tierras y construcción de la infraestructura este cayo en casos de corrupción y un eterno estudio de rescate arqueológico. Ambos departamentos en valor bruto de producción agrícola son los más bajos del país y de los departamentos de la costa sur.
El primero entre enero y mayo de este año en producción agrícola tiene 258.5 millones de soles y el segundo solo 61.8 millones de soles. Me dirán: – ¡Oiga señor: ¡somos departamentos desérticos, pequeños y sin recursos acuícolas! -. -respondemos: ¡Si claro! ¡Pero, tenemos grandes extensiones de tierras para ser cultivadas y gozamos de recursos públicos! -Lo también tenemos es malos gobernantes y encima metidos en la corrupción!!
No ocurre lo mismo con los departamentos de Arequipa e Ica. Ambos departamentos, con diferencias, si crecen en área agrícola. Les ocurre, porque promueven grandes irrigaciones. En el caso de Arequipa lo fue el proyecto Majes–Siguas I y próximamente la segunda etapa con Majes-Siguas II.
El caso de Ica es más que extraordinario. El incremento de hectáreas incorporadas a la agricultura es grande, donde antes había desiertos hoy son grandes áreas sembradas. Basta pasar por la carretera Panamericana en su territorio para asombrarse y preguntarse cómo lo lograron, de donde trajeron el agua, como consiguieron presupuestos que no lo tenían, como irrigan, cuanto producen y cuanto exportan. El tema da para una investigación.
Lo evidente es que Arequipa tiene una producción agrícola en lo que va del año hasta mayo de 715.6 millones de soles e Ica con 929.8 millones de soles. Nos quintuplican.
Tacna y Moquegua se parecen en la característica de ser excelentes cultivadores de alfalfa, en el uso irracional del agua por gravedad y con poca cantidad y variedad para la agroexportación, salvo algunas excepciones, como los productos del olivo, palta, paprika, orégano y palta entre otros.
Arequipa e Ica si son exportadores a otros países y proveedores del mercado limeño. Arequipa con el esparrago, maíz duro, arroz, cebolla, ajo, cereales, tomates. Ica, es más eficiente al respecto con maíz duro y amiláceo, tomates, naranjas, uvas, menestras en general. Añádase que ambos, más Ica, utilizan la tecnología de uso racional del agua: por aspersión y por goteo.
No nos quejemos de nuestro atraso agrario, veamos sus causas que son varias y superables. Aprendamos de las experiencias como nuestro vecino del sur, al que algunos no lo quieren, ellos están construyendo grandes canales de agua y grandes embarcaciones para trasladar agua en donde lo tienen en abundancia para irrigar los terrenos agrícolas que están en el norte desértico de su territorio. Por lo pronto el primer mandamiento uso eficiente del agua, segundo priorizar su uso donde la producción se multiplica.
