La alcaldesa del centro poblado de Aruntaya, Sofía Poma, ha alzado su voz de protesta ante la crítica situación que atraviesa su comunidad, golpeada por intensas heladas y granizadas que azotan la región desde hace quince días. A pesar de las alertas emitidas por el SENAMHI sobre el descenso de temperaturas, la ayuda no llega, dejando a los pobladores en una situación de vulnerabilidad extrema.

«Estamos abandonados», declaró Poma. La alcaldesa denunció la falta de apoyo de las autoridades distritales, provinciales y regionales, quienes, según sus palabras, han hecho caso omiso a la emergencia que vive Aruntaya.

La situación se agrava por el desborde del río proveniente de Aruntani, que ha destruido las vías de acceso, aislando a familias que residen en cabañas dispersas. «Ni siquiera las motos pueden pasar», lamentó Poma, destacando que cada cabaña alberga entre 20 y 40 personas.

La principal actividad económica de Aruntaya, la crianza de ganado, se encuentra seriamente amenazada. El temporal pone en riesgo la vida de los comuneros y la de sus animales, golpeando directamente su sustento.

Ante este panorama desolador, la alcaldesa Poma exige una respuesta inmediata. Solicita el envío urgente de maquinaria pesada, como retroexcavadoras, para rehabilitar las vías de acceso y restablecer la comunicación con las comunidades aisladas. Además, demanda la distribución de abrigos para los adultos mayores, especialmente vulnerables al frío, y forraje para el ganado, que sufre las consecuencias de las bajas temperaturas.

La crítica de Poma se extiende al alcalde de Carumas, la autoridad distrital más cercana, a quien acusa de inacción ante la crisis. «No hemos recibido ninguna ayuda del alcalde de Carumas», afirmó.