Aunque no especificó cifras, el gerente de la Autoridad Regional de Medio Ambiente (ARMA) Blgo. Carlos Santos Roque, informó que la calidad de agua para consumo humano en sectores muestreados de la provincia de Islay, desde el 2019, permiten determinar que el líquido elemento supera los estándares permitidos para tal fin.
“En estos sistemas de abastecimientos claramente se superó los límites máximos permisibles, para los parámetros de arsénico, boro y sodio. Por ello, como ARMA hemos exigido dar solución a esta contaminación debido a que afecta la salud de la población”, mencionó este lunes, al momento de su participación durante la reunión con alcaldes, parlamentarios y dirigentes del Valle de Tambo y la provincia de Islay, para atender el problema de contaminación de las aguas del río Tambo.
ZONAS MUESTREADAS
Según el informe señaló que la Gerencia Regional de Salud (Geresa) realizó la vigilancia de la calidad del agua para consumo humano en los centros poblados de 25 de Junio, Los Ángeles, Boquerón, Alto Boquerón, Alto Ensenada, La Curva y El Arenal de los distritos Deán Valdivia, Mollendo, Punta de Bombón, Cocachacra y Mejía en la provincia de Islay.
MÁS INFORMES
Por si fuera poco, el funcionario señaló que en 2020 se recogió muestras en campo para medir los parámetros que se encuentran en evaluación. Sin embargo, informó que como antecedente, la ANA el 17 de abril de 2020 realizó la medición del pH, temperatura, conductividad eléctrica, oxígeno disuelto y turbiedad además de toma de muestras para el análisis de metales totales de cinco puntos de monitoreo; ante la alerta de coloración atípica presentada en el río Tambo.
Los resultados advirtieron presencia de aluminio, boro, arsénico, cobre, manganeso, entre otros minerales, especialmente en la zona denominada como Nuevo Carrizal. En tanto, arsénico, boro y manganeso estuvieron presentes en otros puntos: Puente Santa Rosa, bocatoma Ensenada Mejía, Puente Pampa Blanca, bocatoma Santa Ana Quitiri.
¿QUÉ HACER?
Por ello indicó a modo de conclusión que, para dar solución a esta problemática, es fundamental gestionar estudios de cómo la calidad del agua afecta la producción de los cultivos, conformar un comité de vigilancia con la población y coordinar con la Geresa para que se elabore el monitoreo de calidad de agua para consumo humano. (KM)