POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS
El tipo de cambio del sol peruano se apreció a 3.55 soles por dólar. Es decir, ahora necesitamos menos soles para comprar un dólar, lo que representa una revaluación de nuestra moneda. No obstante, este fenómeno tiene principalmente causas externas, y secundariamente, factores internos.
Comencemos con la apreciación del dólar. En julio de 2024, su valor era de S/ 3.75, y para julio de 2025 se ubica en S/ 3.55. Esta variación se explica, en gran medida, por factores internacionales, siendo el primero la política monetaria de Estados Unidos. La Reserva Federal (FED) redujo sus tasas de interés de referencia para evitar una posible recesión. Esto motivó a los capitales golondrina a migrar hacia países con mayor estabilidad macroeconómica en busca de mejores retornos. Así, el incremento de dólares en nuestro mercado provoca que su valor disminuya frente al sol. Si EE. UU. no soluciona sus problemas políticos y económicos, la apreciación del sol podría acentuarse aún más.
A esta situación se suma que, desde una perspectiva macroeconómica, Perú es considerado “estable”: muestra crecimiento económico, inflación contenida, equilibrio fiscal y una balanza comercial positiva en exportación de materias primas. Sin embargo, poco se menciona sobre el desprestigio de la presidenta, el copamiento antidemocrático de instituciones por castas congresales cuestionables o la desigualdad en la distribución del ingreso. Cabe destacar que el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) ha cumplido con su rol regulador interviniendo cuando el dólar se dispara. Además, las exportaciones de cobre y oro —cuyos precios internacionales van al alza— han incrementado el ingreso de divisas al país.
En resumen, el tipo de cambio actúa como un termómetro entre lo que sucede en el contexto económico internacional y la realidad interna del país. A nivel externo, destacan la inestabilidad política en EE. UU. y la creciente demanda de minerales, no solo por la tecnología, sino también por los conflictos armados emergentes.
La apreciación del sol frente al dólar trae beneficios: los productos importados como trigo, combustibles, equipos electrónicos, herramientas, maquinarias y vehículos se abaratan. Quienes tienen deudas en dólares sentirán alivio y más posibilidades de pago. Además, se vuelven más atractivas las inversiones extranjeras, y en teoría, el entorno económico gana estabilidad.
Pero también hay desventajas. Los más afectados son los exportadores de sectores como minería, agroindustria, pesca y textiles, quienes reciben dólares y, al convertirlos, obtienen menos soles, reduciendo su rentabilidad. Nuestros productos estrella se encarecen en el mercado global: gastronomía, artesanía, conservas, arándanos, paltas, uvas, orégano, espárragos, café, cacao, quinua, entre otros. El turismo podría verse perjudicado al percibirse un Perú más caro, y los ahorristas en dólares sentirán que su dinero vale menos al cambiarlo a moneda nacional. Si la apreciación del sol se acelera sin control, el BCRP se verá obligado a intervenir nuevamente en el mercado cambiario, colocando dólares para moderar el alza del sol.
En cuanto al sur del país —región clave en la producción minera—, el impacto es negativo. Aunque los precios internacionales se mantengan altos, al convertir las utilidades a soles, los ingresos empresariales disminuirán, lo que a su vez reducirá el pago del impuesto a la renta, así como el canon y las regalías por la conversión monetaria.