POR: JESÚS LIENDO BELTRAMÉ

En el mes de agosto el Instituto Peruano de Economía, presentó los Índices de Competitividad Regional – INCORE 2019, estudio que cuantifica la posición de cada una de las 25 regiones del país, cuyo basamento son los seis pilares que permite establecer la competitividad regional (Entorno Económico, Salud, Educación, Infraestructura, Laboral e Instituciones), medición realizada en base a información oficial. Esta importante y valiosa información debería permitir a las autoridades hacer una evaluación de su gestión, para redoblar esfuerzos que les permita implementar los lineamientos de política y de gestión pública para buscar el bienestar de la población.

La competitividad se constituye en un factor decisivo si se quiere alcanzar un crecimiento continuo y mejor calidad de vida de la población. Es fundamental conocer cuál ha sido su comportamiento para poder establecer políticas y estrategias acordes con las exigencias del actual orden nacional y mundial. Se trata de mirar opciones desde la perspectiva de las regiones.

Es decir, dejar de lado el criterio central y hacer énfasis en los factores regionales, apoyados en integraciones regionales y apoyo gubernamental regional. Es prioritario para las regiones adoptar y adaptar mecanismos institucionales formales. Sin embargo, se requeriría de la voluntad y dedicación de los estamentos implicados en este proceso. Dadas estas circunstancias, es necesario ampliar y profundizar el conocimiento sobre el tema e impulsar acciones, desde el sector privado, para que la competitividad adquiera mayor importancia para las regiones y el país.

Las regiones con mayores índices de competitividad, continúan siendo Lima, Arequipa y Tacna. Las menos competitivas son Huancavelica, Cajamarca y Huánuco. Es preciso señalar que en los años 2016 y 2017 Moquegua se ubicaba en el segundo lugar; el 2018 descendió al cuarto lugar y hoy en el 2019 se permanece en la misma ubicación.

En el Pilar 1) Entorno Económico, Moquegua sostiene la segunda posición y encabeza los indicadores PBI real per cápita y stock de capital por trabajador. Resalta el avance de dos posiciones en el indicador acceso al crédito. Sin embargo, se retrocedieron ubicaciones en los indicadores PBI real, presupuestamos público per cápita mensual, gasto real por hogar mensual e incremento del gasto real por hogar mensual.

En lo concerniente a los Pilares: Infraestructura, Salud y Laboral, Moquegua se ubica en la cuarta posición del ranking, en el Pilar: Educación persiste en el tercer lugar y en Instituciones desciende a la novena ubicación, en términos generales, según los Índices de Competitividad Regional del 2019, la región Moquegua se mantiene en un expectante cuarto lugar. Pero ojo no caigamos en el conformismo ni triunfalismos, puesto que en el Pilar Instituciones ha experimentado un bajón considerable al noveno lugar.

El retroceso de dicho pilar se debe a la percepción de la población referente al Gobierno Regional, por la poca ejecución del presupuesto para la inversión pública, sobre todo considerando que existe el presupuesto respectivo.

PODEMOS CONCLUIR QUE:

1. Moquegua, y con ella Tacna, se encuentran siempre en el puesto 2,3 o 4 después de Lima en el índice general, solo después de Lima.
2. Sin embargo, la diferencia entre Lima y Moquegua es muy grande (Lima es 70 % mayor a Moquegua), lo que indica que en Lima la combinación de factores económicos y sociales es mucho más productivo que en Moquegua.
3. Lo anterior se puede explicar por un nivel de tecnología muy favorable a Lima, es decir, en Moquegua y provincias en general no hay una penetración tecnológica suficiente para elevar significativamente la productividad.
4. La variable tecnológica es crítica en el desarrollo del INCORE, quien tenga mayor componente tecnológico tendrá un INCORE mucho mayor.
5. Se observa también que el desarrollo de las empresas en Moquegua es en extremo bajo comparado con su INCORE. Esto significa que, aunque Moquegua tiene un componente económico muy grande, debido a Cuajone y la minería en general, el aprovechamiento de ello por parte de empresas moqueguanas es extremadamente bajo. Es decir, aunque hay motores muy grandes mineros, las empresas proveedoras de bienes y servicios no aprovechan esta situación para desarrollarse.
6. Lo anterior debe llevar (especialmente si entra Quellaveco, Los Calatos y otras minas) a impulsar a la Región Moquegua a encadenar sus empresas productivas con estos motores para multiplicar el bienestar económico y social de la población.
7. En cuanto la educación, esta debe ser reorientada mediante innovación disruptiva al uso intensivo de la tecnología e idiomas. Para ello deben copiarse los cambios que están ocurriendo en Corea del Sur, por ejemplo.
8. En cuanto al modelo general del INCORE, podría imitarse el sistema de Singapur, que llevo el desarrollo humano a niveles muy altos en muy poco tiempo.