Moquegua enfrenta una preocupante transformación en su perfil de salud. Las llamadas “enfermedades silenciosas” están ganando terreno entre niños, jóvenes y adultos mayores, según revela el último informe técnico del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) sobre pobreza multidimensional 2015–2024.
Uno de los datos más alarmantes es el repunte de la anemia infantil. En lugar de disminuir, la prevalencia en niños de 6 a 35 meses ha aumentado en 3,4 puntos porcentuales respecto al año anterior, alcanzando el 39% en 2024. Esto significa que casi cuatro de cada diez niños en la región sufren carencia de hierro, lo que compromete su desarrollo cognitivo y su rendimiento escolar.
A esto se suma el crecimiento sostenido del sobrepeso en la población mayor de 15 años. En 2024, el 34,9% de los moqueguanos presenta obesidad, cifra que coloca a la región entre las cinco con mayor prevalencia del país, junto con Tacna, Lima, Ica y Madre de Dios. Este problema no solo es una preocupación estética, sino un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 e incluso algunos tipos de cáncer.
El panorama se agrava con la elevada carga de enfermedades crónicas en la región. Casi la mitad de la población (48%) vive con al menos un problema de salud crónico, como hipertensión, diabetes o afecciones respiratorias.