Jacinto E. Portugal Prieto
Su nombre completo es Jacinto Eusebio Portugal Prieto, natural de Sabandía, Arequipa, (1852). Proviene de una familia acomodada económicamente. Fueron sus padres don Mariano Antonio Portugal y doña María G. Prieto.
Tuvo varios hermanos, Juan Antonio Florencio, José Florentino, Pío, Juana de Dios Baltazara, María Josefa y José Florentino. Conocidos años después como los Hermanos Portugal en la historia de Arequipa por haber participado como combatientes en la guerra con Chile, dos de ellos murieron en los campos de batalla de Huamachuco.
Jacinto Eusebio Portugal Prieto, al empezar la guerra del 79 junto a sus hermanos se despojaron de muchos bienes materiales para donarlos a la causa patriótica. Fue teniente del Batallón Lima Nº 8, logró sobrevivir en las batallas a las que asistió. Tenía como forma de vida la lealtad y la fidelidad a la patria, abandonó las comodidades de la vida para una causa.
Concluida la guerra, Jacinto regresa a Arequipa para reiniciar una nueva vida, dedicándose al comercio entre Mollendo y Arequipa, teniendo notable presencia en las instituciones humanitarias, comerciales y gremiales, que le significó un ascenso hasta llegar a ser propuesto para alcalde de Mollendo, la ciudad que lo acogió. Es así que el 19 de noviembre de 1901 iniciando prácticamente el siglo XX es nombrado en reemplazo del ciudadano de origen alemán don Elard Dauelsberg Piwonka, donde estuvo tan solo 33 días para ocupar su cargo el aduanero Carlos A. Molina, posteriormente el 9 de enero de 1902 retorna al cargo de alcalde esta vez por espacio de un año, tres meses y cinco días siendo reemplazado por el comerciante Aurelio I. Zegarra Rodríguez.
Pese al poco tiempo que le tocó dirigir los destinos de un pueblo estoico, supo mantener la tranquilidad económica ya que Mollendo empieza a mejorar en ese aspecto debido al boom portuario. Se iniciaba la época de oro de nuestro puerto que será hasta la década del 40 con la construcción del Puerto de Matarani.
Jacinto Eusebio Portugal Prieto dejó imborrables recuerdos en la población mollendina.
IMPORTANTE ADUANERO
Guillermo Elías Rivera
Uno de los más connotados empresarios aduaneros que tuvo el otrora puerto de Mollendo fue don Guillermo Elías Rivera. Nació en el valle de Tambo en 1861 siendo sus padres don Formidoro Elías de la Flor, un empresario minero fue uno de los descubridores y primer propietario de las minas de Sumbay en 1872; y doña Melchora Rivera Zegarra. Producto de esta unión matrimonial tuvieron tres hijos, Guillermo, Rosario y Manuel Formidoro.
Guillermo desde muy joven tuvo inclinaciones por el trabajo empresarial. Logra fundar la empresa aduanera que lleva su nombre, Guillermo Elías y Cía. formada en su mayoría por miembros de su familia, empresa que estuvo vigente casi por un siglo.
Ligado a conocidas y ejemplares familias del puerto como los Franco, Mispireta, Gygax, Coloma, Köster, Bayro, Navarrete y Valencia; don Guillermo se ganó la confianza de la clase empresarial, los trabajadores portuarios y la sociedad mollendina por lo que es nombrado alcalde de Mollendo el 1 de enero de 1906 hasta el primer día del año de 1907, tenía por entonces 46 años de vida, siendo reemplazado por don Nazario Darío de Riglos y Benavente.
Hombre multifacético participó intensamente en las actividades sociales, empresariales y políticas del puerto.
El 2 de octubre de 1917 es nombrado presidente de la Cámara de Comercio de Mollendo, junto al empresario inglés James F. Rowlands, el aduanal alemán Remy Frierich. Durante este periodo (1917-1918) tuvo la responsabilidad de solucionar la huelga que afectaba la vida laboral debiendo aceptar aún a costa de los perjuicios económicos, las demandas de la clase proletaria porteña.
Estuvo a cargo como diplomático de la representación consular de los Estados Unidos del Brasil. En el mundillo político era prosélito del Partido Civilista. Ya con 62 años de edad es nombrado director de la Beneficencia Pública de Mollendo, en cuatro períodos 1921, 1922, 1926 y 1927, cargo que ejerció con notable transparencia.
En la gestión del alcalde Rodolfo Valdez Montes (1926-1927) ocupa el cargo de concejal, como inspector de baños, parques y alamedas.
Don Guillermo solía comentar a sus amigos sobre la rutina de la vida, aquella que cuando uno llega a su plenitud, pensamos en nuestros padres, en la infancia y en el sentido de la propia vida. No era un hombre de consejos, sino un ejemplo personal, íntegro, con una virtud digna de buenos elogios. No era demasiado católico, pero era un empresario extraordinario cabal y honesto.
En alguna oportunidad, ya hace varios años conversé con mi compañero de promoción Herbert Rodríguez Elías, descendiente de este notable biografiado, donde manifestaba que tenía mucho interés por ayudar a los más necesitados, a los enfermos, aquellos que te dan mucho más a ti, de lo que tú puedes aportar a ellos, porque son muy agradecidos.
Aunque estuvo solo un año en la alcaldía, supo llevar con ahínco su labor municipal. Luego de una larga y penosa enfermedad, fallece el 27 de julio de 1938 a la edad de 77 años. Su tumba está ubicada en el mausoleo de la Compañía de Bomberos del cementerio local.