El expresidente Alan García dijo que permanecerá en su casa, a disposición de todas las investigaciones y citaciones que le haga la justicia tras conocer la decisión del gobierno de Uruguay de no acceder a su pedido de asilo político.
A través de una declaración leída por su secretario personal, Ricardo Pineda, sostuvo que esta mañana abandonó la residencia del embajador de Uruguay en Lima, a la cual ingresó el pasado 16 de noviembre.
“Declaro que solicité asilo previsto en la Constitución ante la inminencia de una orden de detención, pero cumplido ese paso esteré en mi domicilio, a disposición de todas las investigaciones y convocatorias que se me hagan, así como he concurrido ya a 57 citaciones fiscales, judiciales y del Congreso”, apuntó.
Dijo además que no existen pruebas, declaración o depósito que lo vincule con actos delictivos ni con las actividades de la empresa Odebrecht, investigada por el pago de sobornos a cambio de ganar licitaciones.
“Lo propalado en estos días solo consiste en rumores y especulaciones que jamás tendrán comprobación por ser totalmente falsas”, afirma.
Confió además en que sean ajenas a la verdad las versiones sobre una posible detención arbitraria en su contra.
Finalmente, agradeció profundamente al embajador de Uruguay en Lima, Carlos Barros, y a su esposa por su hospitalidad mientras fue huésped en su residencia y deploró las molestias ocasionadas.