El presidente de Chile, Sebastián Piñera, informó este domingo de que en las últimas 24 horas se registraron 286 nuevos casos de COVID-19, lo que eleva la cifra total hasta 7.213, y reconoció las dificultades para comprar respiradores mecánicos dada la «guerra mundial» por estos artículos.
«Nuestro plan es llegar a 3.315 ventiladores mecánicos, no es fácil. Hay en el mundo entero una verdadera guerra por los ventiladores mecánicos», dijo el mandatario conservador.
En Chile hay actualmente 387 personas ingresadas en unidades cuidados intensivos, 318 de las cuales necesitan respiración artificial, aunque el gobernante aseguró que aún hay disponibles 553 ventiladores mecánicos «para donde se requieran».
«El coronavirus es un enemigo poderoso, cruel y que no respeta a nadie, especialmente a los pacientes más riesgosos», afirmó Piñera tras inaugurar un hospital en la periferia de la capital, donde agregó que el país ha pasado de 38.000 a 43.000 camas en los últimos meses.
Desde que se detectó el primer caso en el país suramericano el pasado 3 de marzo, ya se han recuperado 2.059 pacientes, según anunció el presidente. El número de fallecidos ascendió a 80 personas este domingo.
Chile, donde se espera que el pico de contagios se dé entre finales de abril y principios de mayo, se encuentra bajo el estado de excepción por catástrofe, con toque de queda desde las 22.00 horas, con las clases suspendidas hasta mayo y con las fronteras y los comercios que no sean de primera necesidad cerrados.
El Gobierno chileno ha descartado decretar la cuarentena obligatoria en todo el territorio, como han hecho vecinos con menos casos como Argentina, Colombia y Perú, y se inclina por una «cuarentena progresiva y específica», lo que significa que va confinando o liberando a distintas ciudades y barrios en función del número de contagios por kilómetro cuadrado, entre otras razones.