El día de hoy, Día Internacional de la Mujer, es oportuno y necesario realizar algunas reflexiones y preguntarnos ¿Hay razones para celebrar? Por sentido común y desde una perspectiva amplia, podemos afirmar que si, en tanto, se pueda comparar con la sociedad de hace un siglo…hoy por hoy, junto a las mujeres vivimos en un mundo mejor; claro, sin olvidar que nada es comparable con aquellos años de los ‘60 ó los ‘70 que fue una época maravillosa, plena de realizaciones, con temas musicales con mensajes orientadores e historias de la vida real, ahora llamados de la Nueva Ola, sin grandes problemas como los del presente. En este sentido, las mujeres han sabido ganar el espacio público y privado, haciendo valer los derechos que históricamente se las negó en una sociedad tan marcada por el machismo que hasta hoy, existen aún en algunos estratos sociales.
Pero hoy, permítaseme referirme de manera especial a ciertas mujeres de algunas capas sociales que por su condición de origen modesta, humilde; muchas de avanzada edad, sin nombres ni apellidos de abolengo, realizan cotidianas y esforzadas labores, aquellas que se han convertido en verdaderos motores de sustento del hogar, quienes como ángeles de bondad, continúan postergadas, discriminadas y maltratadas; pero, ellas con su inmensa sabiduría, don que le dio el Supremo Hacedor, ahora, con su trabajo, de a poco vienen consiguiendo, lo que era un imposible hasta algunos años atrás.
Muchas de ellas, por falta de oportunidad para superarse personalmente, son humildes comerciantes de los mercados, son vendedoras informales que tocan puertas para colocar o vender algún producto que ellas mismas han elaborado; algunas son mujeres anónimas que socorren a muchos indigentes, enfermos, alcohólicos, invidentes desamparados que no tienen quien los atienda por algunos minutos; pero ellas están ahí donde ningún gobierno se ha acordado de los desvalidos y desamparados para atenderlos con un albergue, ayuda y apoyo; pero ellas están siempre presentes.
Ellas son verdaderas heroínas sociales que se desviven con gran pasión y amor para atender al prójimo, sin esperar ningún tipo de reconocimiento; además que para realizar estas obras de solidaridad, no tienen salario de parte del Estado; pero están allí, siempre aptas, siempre listas.
Dan lo poco que tienen y lo comparten con el más pobre, con el más necesitado. Su espíritu altruista hace que siempre estén preocupadas por el bienestar ajeno y, sin lugar a dudas, son provisoras y conservadoras para poder multiplicar los pocos panes que humildemente ganan con sus oficios y ocupaciones.
Pero, también hay en el área rural mujeres campesinas relegadas y abusadas de sus derechos que no pueden hacerlos prevalecer, ellas, al migrar a los valles de la costa y a las ciudades son vilipendiadas, postergadas y abusadas sexualmente, hay cientos de ellas que esperan una oportunidad de trabajo, pero no son consideradas, se les pide su currículum o files personales, como si tuviesen experiencias en la administración pública, y como no pueden presentar, se ven obligadas a permanecer horas y horas en las inmediaciones de los mercados.
En realidad, la situación de estas mujeres en la sociedad es preocupante, pero son una bofetada sonora a la incapacidad de las autoridades locales, regionales y nacionales, sumado a ellos, el egoísmo de empresarios y ciudadanos indolentes. Nos debería dar vergüenza ajena y obligarlos a recapacitar y pensar cómo a dichas mujeres y a otras tantas como maestras, enfermeras, policías femeninas, etc. son discriminadas al no atenderlas, comprenderlas y reconocerlas sus derechos.
Sin embargo, hoy, existen mujeres que vienen encumbrándose en espacios que antes nunca pudieron como en la política, en el Poder Judicial, en el Ministerio Público, en las diferentes disciplinas deportivas, en el teatro y en el cine, son en verdad un orgullo; pues han demostrado que el cargo que desempeñan lo hacen con eficiencia, entrega y entusiasmo tanto en el sector público como en el privado.
Es importante subrayar que en los últimos años ha crecido la violencia contra las mujeres. El Registro de feminicidios del 2019 ha dado cuenta que hubo 167 peruanas víctimas de homicidio o fueron asesinadas con la agravante circunstancia de que el 15% de las asesinadas habían presentado denuncias ante la PNP y el Ministerio Público por violencia familiar contra quien fue su verdugo; por tanto, estimo necesario que hoy, Día Internacional de la Mujer, se haga un breve paréntesis para reconocer a la mujer en su justa dimensión: “liberar a las mujeres y las niñas de la pobreza y la injusticia” es tan difícil e imposible esta tarea? Creo que no, las autoridades tienen la palabra.
Algo más. Un especial saludo a las mujeres del magisterio regional en este día tan especial. Ellas continúan educando, orientando y aconsejando para que, todos juntos, de una vez cesen los actos de violencia contra la mujer, porque lo único que se consigue es desestabilizar económica y moralmente a la familia, piedra angular de la sociedad.