La Cumbre de los Pueblos afectados por la Minería concluyó este viernes después de tres días con una marcha cívica por las calles del centro de Arequipa. El encuentro sirvió para pedir un cambio profundo en la legislación de la minería. Proponen incluir una mejor regulación en la extracción de los recursos para evitar que se generen los conflictos sociales.
“Está política minera no puede seguir así porque saquea nuestros recursos, contamina nuestras tierras, daña la salud”, señaló Dilvia Gálvez, integrante del equipo organizador.
La cumbre, que reunió a representantes de comunidades campesinas y expertos en materia de medio ambiente, acabó con un pliego de pedidos al Gobierno. Entre ellos, cesar con la persecución de sus dirigentes y la criminalización de las protestas. El espacio fue aprovechado también para dar su respaldo al valle de Tambo, que permanece más de 60 días en huelga indefinida contra el proyecto Tía María.
Dilvia Gálvez manifestó que a la cita estuvo invitado el gobernador Elmer Cáceres Llica, pero no se hizo presente. Entre quienes se hicieron presentes estuvieron el exministro de Medio Ambiente, Ricardo Giesecke Sara-La Fosse, el congresista del Frente Amplio, Marco Arana, entre otros expositores.
CONCLUSIONES
Entre las conclusiones del encuentro se determinó sacar un manifiesto en apoyo a los pobladores del valle de Tambo. Gálvez indicó que implementarán una serie de acciones para continuar con la lucha hasta conseguir la cancelación del proyecto minero.
Asimismo, solicitaron que la nueva ley de minería sea formulada no solo con técnicos sino también involucrar a las comunidades. Finalmente, el encuentro sirvió para que las comunidades se encuentren más unificadas y puedan reclamar sus derechos ante el Estado, se supo.
Este encuentro se desarrolla desde hace más de 20 años y hace algunos años coincide con el desarrollo de la convención minera, Perumin.