Preocupados por los acontecimientos de Valle de Tambo, primero por el apresuramiento en la entrega de la licencia de construcción a la Southern Peru (SPCC) para iniciar el proyecto de Tía María habiendo la promesa de dialogo con los agricultores tambeños, las autoridades nacionales, regionales y locales involucradas saben que se tiene que buscar entendimientos y no polarizaciones.
Lamentablemente cuando esto no ocurre las consecuencias suelen ser nefastas.
Ocurrió con Alan García en el Baguazo en la que la preferencia por los Consorcios Petroleros conllevo a la represión de los aborígenes de la selva, sucedió con Humala en la pretensión de imponer Conga a través de la represión. En ambos casos muchas vidas humanas se perdieron y los gobiernos cayeron en descredito de las expectativas hasta sus niveles más bajos niveles. Su actuación unilateral de no búsqueda de consensos, equilibrios los marco para siempre.
Con Tía María ya sucedió en el 2010 y 2012 lo mismo, antes ya la empresa presento un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) deficiente porque planteaba el uso de las aguas subterráneas del valle y tenía más de 300 observaciones, la actuación parcializada del gobierno de entonces agito a las comunidades y autoridades del valle a movilizarse en contra.
A ello se sumaba la incredibilidad que tiene la minera que afecto elevadamente el aire con humos, deposito escorias en playas y deposito relaves en el mar, además de conflictos incesantes con la población de Ilo, Moquegua y Tacna. La empresa ahora reconoce que cometió errores, no pide perdón y presento un nuevo EIA que ha sido aprobado por el Ministerio de Energía y Minas (MEM).
En este estudio se señala que no utilizara aguas del río Tambo, que se aplicara sistema de control de la propalación del polvo y se reciclara los relaves entre otros. El EIA (Estudio de Impacto Ambiental, no ha sido colectivizado y es poco conocido. Y es lógico que las dudas, creencias e incredibilidades se acrecienten.
En este escenario polarizado sin aproximaciones, los efectos serán enormes.
No somos anti mineros ni tampoco pro mineros a cortapisas. Creemos que la agricultura es prioritaria y al mismo tiempo necesaria la inversión minera responsable. Modelos de convivencia lo hay en varias partes del mundo, ellos deberían ser nuestros referentes.
Aprender de las buenas experiencias, sucedió en Arequipa con Sociedad Minera Cerro Verde, con Antamina en Huaraz e incluso con las Bambas en Apurímac. Afirmar categóricamente “manan”, “traidor” es un flaco favor a los oportunistas, lentejitas y ultimatistas que también los hay, minoritariamente, en sector social.
Los gobernantes sean nacionales, regionales o locales gobiernan para todos a los de su responsabilidad y por tanto tienen que contar con políticas públicas a favor de ellas. En el caso del Ejecutivo apreciamos que se apresuró ante la presión de la CONFIEP por congratularse con los empresarios y ha cosechado la antipatía de los agricultores que se sienten excluidos.
Entonces el tema de Tía María ya ha separado las aguas. Los que se oponen a rajatabla a cualquier inversión minera y los que se juegan por aquella sin requerimientos ni requisitos. Más difícil en este mundo polar es proponer consensos. Nos hubiera gustado que sea otra la minera que sea la inversora, pero es esta la está en la agenda.
Es necesario que el Estado asuma su rol de propiciador del desarrollo, de dialogo. Primer mandamiento, el No la criminalización de la protesta, segundo Mandamiento, mesa de trabajo de las partes de manera igual y equitativa: Estado, empresa y afectados.
Todo es revisable, nada está escrito en piedra, si se requiere revisar y difundir el EIA por otra entidad neutral que se haga. La Empresa debe expresar auto culpas por los efectos realizados y al mismo tiempo allanarse a cumplir con compromisos pendientes en la región como el pago a los ex trabajadores, la participación en la mesa de dialogo de Moquegua.
Se requiere un aporte sustancial sostenible para el futuro, no es aceptable afirmar que aportarán por canon minero tal cantidad porque este es dinero del Estado deducible del Impuesto a la renta, por ello la agenda es proponer es creación de un fondo sustancial o participación en un diez por ciento más en las utilidades o incremento de la Regalía minera.
Tampoco es objeto de agenda el cuento del Impuesto por obras ni algo que se le parezca.
En lo social el compromiso de desarrollo de capacidades de la región en vital para asegurar que mano de obra y proveedurías sea de la localidad y la región. La interrelación entre la gran empresa, el Estado y los sectores Mipymes deberá conllevar a la creación de los Clúster Minero – Metalúrgicos – Metalmecánicos así mismo la instalación de Parques Industriales Tecno-Ecológicos.
Agregamos compromisos de apoyar la inversión de obras de gran impacto: Represa de Paltiture, Nueva inversión de Fundición y Refinería de cobre entre otros. Pero lo primero es lo primero: allanarse a conversar.