El abastecimiento de gas boliviano como medio de captura del poder

POR: ÁNGEL ALBERTO ROJAS ROSALES

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Uno de los principales objetivos del Foro de Sao Paulo era la propagación de la ideología del nuevo socialismo o socialismo del siglo XXI a través de la toma del poder en los distintos países de América Latina, sea con elecciones populares o sin ellas, prueba de ello fue el intento realizado en el Perú con Ollanta Humala Tasso, siendo apadrinado en dicha intentona por Lula Da Silva (Brasil), Hugo Chávez (Venezuela), además de sus satélites políticos latinoamericanos, y al no verse cristalizados sus anhelos, esta pléyade de politiqueros trasnochados van otra vez a la carga.

Pero esta vez, es a través de la instrumentalización de Evo Morales como forma de alienación política, para lo cual planean utilizar el abastecimiento de gas boliviano a todo el sur del país mediante la instalación de ductos, para luego hacerlo a través de la construcción de un gasoducto que partirá desde el país altiplánico, previo otorgamiento de la buena pro por parte del gobierno peruano, como consecuencia de la participación de la empresa estatal de gas de Bolivia en la licitación respectiva, lo cual se ha visto reforzado con la realización del gabinete binacional celebrado el 24 y 25 de junio en Ilo y que prueba de ello es la firma de un acuerdo entre las empresas Engie y Kallpa, generadoras de electricidad en el sur del país, con la estatal de gas boliviano con la finalidad de que esta última abastezca a sus respectivas plantas.

Pero esta operación no tendría nada de raro si es que el desarrollo del país fuera el objetivo central de la misma, pero muy a nuestro pesar ello no es así, ya que el propósito fundamental de esta operación es que los gobiernos sub nacionales conjuntamente con actores políticos afines, se hagan del control de los recursos naturales como el cobre, el litio, tierras raras y el agua por supuesto, para que una vez teniendo el dominio del abastecimiento de los mismos, se propugne su desabastecimiento por cualquier motivo, lo que traería como consecuencia una inevitable revuelta popular en el sur, pero que se irradiaría al resto del país, terminando por supuesto con la captura del poder.

Pero en toda esta trama política con olor a izquierda socialista (léase comunista) no está el gobierno del Perú, sino nuestros amigos de Venezuela y Cuba, para lo cual otros actores políticos afines y afincados en diversos estamentos del Estado, vienen contribuyendo con este objetivo, siendo algunas de estas vertientes la tan mentada lucha anti corrupción (sesgada por donde se la mire) que no le permite a la sociedad percibir lo inminente peligro que nos espera, a lo que se suma los enfrentamientos entre el Ejecutivo y el Legislativo, cada uno con su propia agenda, sirviendo de tontos útiles a tan nefasto objetivo.

Pero no estaríamos en esta situación si es que no se hubiese cambiado la matriz energética del país, pasando de petróleo a gas, cuando lo correcto hubiese sido virar hacia la energía hidroeléctrica, para lo cual era necesario aprovechar (tal como lo señaló Jorge Baca Campodónico –Ingeniero Eléctrico, Doctor en Econometría y ex Ministro de Economía) la previsible construcción de las casi 20 hidroeléctricas que se asentarían en el Marañón en el 2011 y que fácilmente hubieran abastecido de 60 mil megavatios al país entero, suficientes por un periodo de aproximadamente 50 años.

Esta situación ha propugnado que hoy por hoy la producción de energía hidroeléctrica represente el 50% del total producido, cuando a inicios de esta década ello representaba el 80%, pero esto no solo obedece al error en el cambio de matriz energética, sino que esto también se fundamenta en la moratoria de diez años que se dio para priorizar el proyecto del gas de Camisea, cuyo fin (en el papel) era la exportación y la masificación del consumo doméstico y que mientras esto no se hubiera dado, había que utilizarlo en la generación eléctrica, lo que devino en una competencia desleal para las hidroeléctricas.

Ante este escenario de colonización política a través del abastecimiento de los recursos naturales, el gobierno de turno tiene la obligación de asumir su responsabilidad y de adoptar de inmediato políticas gubernamentales con miras a evitar que el país caiga en manos de la empresa estatal de gas de Bolivia y sus aliados, los cuales no tendrán ningún reparo en utilizar los recursos estratégicos del Perú como el cobre, el litio, las tierras raras, el agua y la energía necesarias para extraerlos, con fines de llegar al poder e implantar su ideología por demás nefasta.

La historia en otras latitudes nos demuestra por ejemplo que en Europa del Este el abastecimiento de energía por gas es el arma por excelencia para doblegar la voluntad política de los Estados, por consiguiente, mirémonos en el espejo de los demás y no cometamos los mismos errores.

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