POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS (ECO. DEL CEOP ILO)
Los niveles socio económicos (NSE) del país y de las regiones han sido divididas para un mejor estudio en cinco niveles, durante muchos años solo se consideraba como variable el ingreso promedio de los hogares o de las personas. Los resultados obtenidos en el pasado indicaban una profunda desigualdad entre ellas.
El primer nivel A y B era muy pequeño, pero de elevados ingresos, en el otro extremo se encontraba el sector E que era de gran porcentaje y con ingresos muy menores a los 800 soles mensuales, en el medio de estos extremos se encontraban los sectores medios, el nivel C y D con bajos ingresos, otros en la pobreza y sobreviviendo, este no era muy numeroso, pero era muy importante.
En los últimos años esta situación cambio por una serie de factores, la población se costeñizó, urbanizó y englobalizó y sus expectativas de vida cambiaron comenzando por la educación, salud, vivienda y trabajo. Políticamente la caída de sendero y la dictadura fujimontesinista afianzaron la demanda de los derechos y los emprendimientos.
En lo económico el repunte de las subas de los precios internacionales posibilito contar con mayores presupuestos familiares y fiscales.
Socialmente se creció la clase media al reducirse la extrema pobreza, A pesar de este marco las desigualdades siguieron existiendo entre los hogares, entre la capital y las provincias, en las oportunidades.
Hoy la metodología de estudio de los niveles socio económicos en sus variables han cambiado. APEIM por ejemplo en base a los datos de la Encueta Nacional de los Hogares del país (ENAHO) y toma en cuenta primero las características básicas como el nivel educativo alcanzado, el sistema de salud en la que es afiliado, el material de la construcción y las conexiones de los baños.
En segundo lugar, los bienes y servicios como el contar con un auto o camioneta para su uso y el servicio doméstico pagado en el mes.
En tercer lugar, el Equipamiento del Hogar como la computadora o laptop, refrigeradora, lavadora y horno microondas.
En cuarto lugar, el uso de los servicios públicos como el teléfono fijo, la televisión por cable y el internet.
Los resultados de los niveles socioeconómicos (NSE) en nuestro país los realiza el INEI a través de la Encuesta a Hogares, sobre esta base ser diversas instituciones ajustan los niveles y publican resultado. Este es el caso de APEIM que publica sus estudios.
Así tenemos que Lima Metropolitana marca una gran distancia (véase Cuadro y gráfico) pues tiene un 27.9% en el nivel A, 41.3% en el nivel C que es nivel medio con satisfacciones logradas.
Todos estos suman un 69.2% de los hogares lo que representa un gran porcentaje de hogares en buenas condiciones de vida. El nivel D es del 24.4% que si es el sufre dificultades en obtener ingresos.
Y más abajo están los hogares en condiciones paupérrimas con el 6.4% que resulta siendo el más bajo del país. Aparentemente Lima sería una ciudad de privilegio para los hogares, sin embargo, los medios de comunicación traslucen elevada inseguridad ciudadana, gran número de informales e incendios continuos.
Una figura distinta ocurre con Moquegua en el NSE pues gráficamente parece ser una pirámide invertida en donde el sector A-B solo tiene el 10.1% de los hogares, es decir son pocos los que tienen sobradas condiciones de vida. Los otros niveles socio económicos no tienen muchas diferencias así tenemos que el nivel C es el 31.6%, el D con 30.2% y el E con 28.1%.
Si bien están cerca numéricamente, no lo están en su significado. El C es sector medio que si bien no vive holgadamente si tiene resueltos sus requerimientos básicos y algunas comodidades. Los problemas comienzan con el sector D y E que están próximos al 60% que viven apremiados por insatisfacciones básicas de vida y de realizaciones.
Más de una década viviendo con el boom minero y seguimos sin resolver las desigualdades. Años desperdiciados sin efecto significativo en la vida diaria. Sin bien otros departamentos están pero que nosotros como vemos a Puno que tiene en nivel E al 70% de los hogares más el 20% del sector D la situación es dramática y afligida. Si no tenemos la fórmula de acortar las desigualdades allí también vamos.