A lo largo de la historia mucho se ha relacionado la quema de iglesias, generalmente cristianas, con los cultos y tendencias satánicas en diversos campos del quehacer humano, en particular con la música, precisando: la música metal. Que los metaleros son autores de estos incendios porque son “anticristianos”, nada más lejos del origen de la verdad. Y lo que pasó ayer en París, solo es una muestra más de la debilidad de la iglesia católica por sostener sus paradigmas ante una sociedad cada vez más moderna, abierta de mente y tendiente a ser más tolerable.
ORÍGENES
Pero ¿qué tiene que ver la quema de iglesias con el metal y la subcultura artística y musical en donde se desarrolla? Bueno, todo es relativo. Pero conozcamos un poco, una de las aristas que apuntan al origen verdadero de la quema de iglesias y la pretendida y absoluta relación que se busca con los que vivimos en medio del metal. La historia es larga, resumiremos.
En 1992, Varg Vikernes quemó varias iglesias en Noruega, casi siete, muchas emblemáticas y con siglos de existencia. Acusado de ello, fue encarcelado, además de otros delitos. Pero Varg, nunca reveló que quemaba las iglesias porque le placía, o porque quería hallar una catarsis pirómana de la música metal que profesaba (black metal). Muy por el contrario, lo dijo siempre, y esta fue una de las premisas para sostener sus acciones.
NO SE TRATA DE SER SATÁNICOS
Que Varg se considera un tipo pagano, y promovía y lo sigue haciendo, el retorno de la cultura ancestral europea para desarrollar una religiosidad netamente del lugar. Esto naturalmente, por el poder de la iglesia católica, fue relacionado al satanismo. Varg, rechazó siempre esa etiqueta. Es más, decía, nadie de los que estaban alrededor suyo en la subcultura del black metal y que promovía estas prácticas incendiarias, eran satánicos, ya que solo empleaban esta figura de oposición para mantener sus distancias con el mundo judeocristiano. Por ejemplo, protestaban porque muchas de las iglesias católicas construidas en Noruega habían sido edificadas sobre otros templos paganos y ancestrales de la cultura nórdica, lo cual, para Varg y sus seguidores, era una ofensa, de allí el proceder. Así surge la defensa de sus creencias, de su propia fe, natural, originaria de una cultura que rechazó en todo momento al cristianismo.
ANALOGÍA EN PERÚ
Si hiciéramos una analogía con algo que resulte familiar entre nosotros, o sea nuestro país o digamos nuestro continente; sería como si alguien, con ideas renacentistas del pre incanato pretendiera quemar alguna iglesia católica en el Perú, porque de algún modo sentiría la usurpación cultural de una tendencia extranjera, sobre una aborigen de muchos siglos antes que la misma invasora. De este modo, para el establishment, sería obra de mentes satánicas, pero en el fondo, de acuerdo al ejemplo, no sería más que la reivindicación de una cultura milenaria de este lugar, y eso no es ser satánico, ni nada parecido.
ALGUNOS TRAVIESOS
No obstante, sí existe cierta relación con la reciente quema de iglesias en otros lugares, como Estados Unidos y Nueva Zelanda con algunos personajillos que lindan con el satanismo; y ¿por qué? Porque han mal interpretado el mensaje de Varg Vikernes, de tal modo, que cuando la sociedad lea una noticas como estas, la asociarán generalmente a satánicos y por antonomasia al metal, lo cual, no es correcto.
¿FUNDAMENTALISTAS MUSULMANES?
Ahora, lo que ha sucedido ayer en París, en la catedral de Notre Dame, y días atrás en otras partes de Francia y España, no tiene que ver, necesariamente, con que hayan, inclusive, satanistas los autores, menos metaleros. Hay que tener en cuenta que Francia es un país, marcado en muchos aspectos de su sociedad, muy opositor al islamismo, rechazando esa cultura y religión por “fundamentalistas”. Esto ha generado una confrontación desde hace mucho tiempo, la cual se ha visto manchada de sangre, fuego y destrucción, con ataques a civiles franceses. Un ejemplo de ello, es la masacre en la revista Charlie Hebdó en 2015, cuyos editores periodísticos osaron publicar una sátira contra el profeta Mahoma, haciéndolo ver como payaso, algo que no fue bienvenido por los árabes, desatándose una matanza con 12 víctimas.
¿LGBT?
A ello se suma otra versión, aunque con menos peso político, que estaría asociada a grupos, conocidos como los LGBT (Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales) que defienden su orientación sexual e identidad de género y rechazan las doctrinas religiosas respecto a este tema por ser más que un tabú.
AHORA TOCA PAZ PARA MEDIO ORIENTE
Con todo, las investigaciones dilucidarán a los responsables. Pero todo apunta según el contexto del lugar en donde ocurrió, que se le eche la culpa a los fundamentalistas musulmanes y entonces sea un motivo para que Francia le llore a Estados Unidos y lleve un poco de “paz” a medio oriente “justificando” así, otro de los muchos ataques bélicos a países y sociedad de esa parte del mundo, matando más gente de la que hay dentro de una iglesia.