POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS (ECONOMISTA DEL CEOP ILO)

“Si el proyecto Tía María entra en producción Southern Perú invertirá una nueva fundición en Ilo con capacidad de 1 Mt anuales, que junto a la fundición actual sumara 2.2 Mt pudiendo procesar mineral de terceros y de los Chancas (Apurímac) y Michiquillay (Cajamarca)” así lo dio a conocer el Director Ejecutivo, Oscar Gonzales Rocha (Prensa Regional).

La noticia ha suscitado expectativas en los medios de comunicación nacionales y más en los de la región del sur. Sin embargo, como un aguafiestas, podría decir también que el anuncio está condicionado a la licencia de construcción de la mencionada mina.

Y respecto a ello, la verdad que todo es una incertidumbre pues hasta donde tenemos información las principales autoridades y gremios del Valle de Tambo siguen negando la inversión.

No podemos negar que la Southern Peru, ha avanzado en cambiar su propuesta de inversión con anuncios que no utilizara el agua del rio Tambo, que cumplirá con compromisos de responsabilidad social y tiene un acercamiento más interesado con la población de ese lugar.

Y sobre ese escenario surgen preguntas que no sabemos responder: ¿Se despolarizaron los extremos de los agricultores y la empresa minera?, ¿El gobierno se inclina por la inversión minera sin cortapisas o insistirá en las mesas de dialogo?, ¿Realmente, son incompatibles la mina con la sostenibilidad de la agricultura en el valle?

Lo que si es cierto que la historia no le ayuda a Southern porque en el pasado cuando no existían leyes ambientales, ella si contamino con humos, escorias y relaves. Ahora el mundo ha cambiado, la preservación del ambiente es una obligación sí o sí.

Se cuentan con instituciones con funciones ambientales. Por ello es importante que las instituciones que evaluaran los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) sean autónomas y notablemente científicas.

Las empresas tienen que cumplir las normas y los gobiernos vigilar que estas se cumplan. No somos anti mineros, tampoco insensible ante la contaminación ambiental, si creemos en el desarrollo inclusivo, la responsabilidad social entre el Estado, Empresa y Sociedad.

De otro lado, no es la primera vez que se anuncia en el país y sur del país de la instalación de una refinería o fundición.

El ex presidente Pedro Pablo Kuczynski lo hizo en su campaña y primeros meses de gobierno. La propuesta de otra Refinería de cobre en el sur fue borrada de su carpeta a raíz de ser testigo en su viaje al primer consumidor de cobre bruto del mundo como es China y darse cuenta que ese país cuenta con grandes fundiciones y refinerías con elevada tecnología lo que hace insuperable en costos.

“Así, tenemos que su capacidad de refinación de cobre es ampliamente superior a la demanda del mercado chino” (1). Agreguemos que las empresas mineras tienen compromisos con ellas.  No volvió hablar más del tema.

Respecto al mercado internacional, según la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) lo tenía claro pues señala, desde el 2000 al 2016 la tendencia de consuno de cobre ascendía a más del 11% anual y que esta seguirá por varias décadas siendo sus principales demandantes China (48%), Estados Unidos (8%) y Alemania (6%).

Al mismo tiempo, hay un exceso de fundiciones en el mundo y los mejores precios se van hacia los concentrados de cobre, “a pesar de la oferta menguante de muchas minas metálicas, el mundo encara un exceso de fundiciones, que transforman los concentrados en metal refinado… Las refinerías chinas por sí solas añadieron capacidad de producción de cobre de 1,9 millones de toneladas en los últimos tres años” (2). Es indudable que las capacidades de fundición y refinería lo tienen en mayor porcentaje la China y necesitan como locos la materia prima.

Jhon Tilton, especialista norteamericano sobre minería y metalurgia, ante el deseo justificado de los países productores de darle mayor valor al cobre (fundición y refinería) pone el ejemplo de Chile: “Si la fundición y refinación en Chile fuera rentable, no habría necesidad de políticas públicas, las empresas mineras tendrían todos los incentivos que necesitan para el tratamiento de su concentrado de cobre en Chile.

El hecho de que no se hayan instalado nuevas fundiciones y refinerías en los últimos años en el país refleja el hecho de que estas inversiones no son rentables. Esto es en gran parte porque la fundición y refinación son en realidad negocios distintos de la minería y el procesamiento mineral, a pesar de que ambos conjuntos de operaciones son parte del proceso del cobre”.

Para que el anuncio de Gonzales Rocha sea probable necesita cerrar el círculo de la mina con la fundición y refinado, necesitaría obligatoriamente contar con Tía María, Toquepala, Cuajone y Michillay entre otros. Caso contrario no será rentable ni factible. China pesa mucho al respecto.

(1) Cita de Campodónico Humberto de “Copper industry struggles with overcapacity, ICSG, Octubre 2015”.

(2) Diario El Comercio y Bloomberg Intelligence.