POR: MAG. JAIME CARPIO BANDA
La evaluación de capacidades en el sistema de inversión pública revela una debilidad estructural. Los resultados de SERVIR muestran que quienes dirigen, formulan y ejecutan proyectos bajo el sistema INVIERTE.PE no cuentan, en su mayoría, con la preparación técnica necesaria para asumir responsabilidades de alto impacto fiscal y social.
La tabla de niveles de conocimiento en funciones de inversión pública deja poco espacio para la complacencia. Al analizar a tres segmentos clave —OPMI jefe, OPMI mando medio/operador y UEI jefe— el mensaje es claro: el Estado ejecuta inversiones sin una masa crítica suficiente de especialistas plenamente capacitados. – OPMI (Oficina de Programación Multianual de Inversiones) y UEI (Unidad Ejecutora de Inversiones) –
POCOS EXPERTOS, GRANDES RESPONSABILIDADES
Apenas entre 1 % y 4 % de los servidores evaluados alcanza un nivel de conocimiento considerado óptimo para la función que desempeña. En términos prácticos, menos de uno de cada veinte funcionarios que dirigen, formulan o ejecutan inversiones públicas domina integralmente su rol.
La OPMI y la UEI constituyen el núcleo del ciclo de inversión pública. Allí se define la priorización, formulación y ejecución de proyectos. La ausencia de expertos consolidados explica, en buena medida, los problemas recurrentes de baja calidad del gasto, retrasos y obras inconclusas en regiones y gobiernos locales.
El grupo que “requiere reforzar conocimientos” tampoco ofrece un panorama alentador: solo entre 8 % y 15 % de los servidores se ubica en este nivel. En un entorno normativo cambiante y con proyectos cada vez más complejos, esta fragilidad técnica se traduce en errores, interpretaciones incorrectas de la norma y decisiones mal sustentadas.
CAPACITACIÓN PRIORITARIA: LA MAYORÍA
La mayor concentración se da en los niveles que requieren capacitación. Entre 35 % y 39 % necesita fortalecimiento regular; y un porcentaje aún más crítico demanda capacitación prioritaria: 52 % de los OPMI jefe, 42 % de los OPMI Mando Medio/Operador y 56 % de los jefes de UEI.
Especial atención merece la OPMI regional y local jefe, donde más de la mitad requiere capacitación prioritaria, lo que evidencia una gobernanza de la inversión pública apoyada en capacidades insuficientes. Más crítico aún es el caso de la UEI regional y local jefe: 56 % se ubica en el nivel más bajo de conocimiento, coherente con que la ejecución sea históricamente la fase más problemática.
En síntesis, más del 80 % de los servidores evaluados en cada segmento no alcanza niveles óptimos ni consolidados de conocimiento. Esta brecha multiplica el riesgo de malas decisiones, sobrecostos, ampliaciones de plazo y bajo impacto del gasto público.

