POR DR. PHD JAVIER FLORES AROCUTIPA
En el informe del Sistema Nacional de Programación Multianual y Gestión de Inversiones, INVIERTE.PE, en su análisis del censo y evaluación del diagnóstico de conocimientos 2025 de SERVIR, se evidencia un nivel de participación institucionalmente relevante, al haberse censado a 5 302 servidores (59 % de un total de 8 924 operadores registrados) y evaluado a 4 062 servidores, lo que representa el 77 % de los censados. Este nivel de cobertura otorga solidez estadística y representatividad nacional a los resultados, considerando además que la participación en la evaluación fue homogénea en los tres niveles de gobierno, con tasas cercanas al 76–78 % en los niveles nacional, regional y local.
Se confirma que el sistema INVIERTE.PE es operado mayoritariamente por servidores de sexo masculino (74 %, equivalente a 3 903 servidores), mientras que las mujeres representan el 26 % (1 399 servidoras). Asimismo, se observa una concentración etaria en etapas de alta productividad laboral, dado que el 64 % de los servidores se encuentra entre los 30 y 49 años, con un pico en el rango de 30 a 39 años (36 %, es decir, 1 891 servidores), lo cual resulta favorable para procesos de capacitación y reconversión de capacidades.
El 51 % de los servidores evaluados (2 067) se ubica en el rango de 0 % a 50 %, lo que implica una necesidad de capacitación prioritaria. Adicionalmente, el 36 % se encuentra en el rango de 51 % a 70 %, lo que significa que el 87 % de los operadores del sistema no alcanza niveles óptimos de conocimiento.
El análisis por segmentos funcionales revela brechas críticas altamente concentradas en los niveles subnacionales. En particular, el 79 % de los UEI regional y local, mando medio/operador; el 70 % de los UEI regional y local, jefe; y el 68 % de los UF regional y local, mando medio/operador, se ubican en el rango de 0 % a 50 %, configurando riesgos significativos para la ejecución, sostenibilidad y calidad de las inversiones públicas.
Desde el enfoque de áreas de conocimiento, el diagnóstico identifica que las mayores brechas se concentran en el Funcionamiento del Sistema (AC5), donde el 86 % de los OPMI regional y local, jefe, presenta desempeño en el rango más bajo. Le siguen Formulación y Evaluación (AC2), con 54 % de UF regional y local, jefe, en rango crítico, y Ejecución (AC3), donde el 43 % del mismo segmento muestra debilidades relevantes. Estos resultados confirman que las fallas no son operativas aisladas, sino sistémicas y estructurales.

