POR: CESAR CARO JIMÉNEZ
En casi todas las regiones del Perú, cada cierto tiempo los políticos y autoridades de turno, a falta de ideas y/o capacidad, recurren a los “sueños de opio” como una forma de disfrazar sus carencias y la evasión de la realidad.
En nuestro caso, podríamos decir que los mismos son disfrazados políticamente mediante los denominados “Planes de Desarrollo”, “Planes de Competitividad”, “Cartera de Inversiones”, etcétera, que no pasan de ser una suma de buenos deseos o engaños descarados, que se presentan una y otra vez en sendos eventos, como ha sucedido en estos días con la denominada presentación “Cartera de Inversiones” presentada por el GORE, de la cual nos ocuparemos en los próximos artículos, considerando las fabulosas sumas que se enuncian (4,500 millones de inversión) en el esquema de obras por impuestos.
LOS SUEÑOS PORTUARIOS EN EL SUR
Y en tanto ello se da en nuestra región, vemos que algo parecido ocurre al norte de la provincia de Ilo, donde toma fuerza el sueño de construir el puerto de Corío, aunándose al estudio de factibilidad del puerto Grau, desarrollado por la Southern Perú a pedido del Gobierno Regional de Tacna.
En un escenario global marcado por tensiones geopolíticas y una creciente necesidad de infraestructura logística eficiente, es necesario que la macroregión sur del Perú se prepare para dar pasos decisivos en el desarrollo portuario y ferroviario. La construcción de un nuevo puerto en Corío, junto con la implementación de un rompeolas multiusos en el puerto de Ilo, representan iniciativas clave para potenciar la conectividad y la competitividad de la zona, además de abrir nuevas oportunidades de integración con mercados internacionales. Sin embargo, estos proyectos deben considerarse en un contexto donde intereses de China y Estados Unidos influyen en las decisiones estratégicas, y donde la carga y su flujo son el elemento central para garantizar la viabilidad de los mismos.
CORÍO, UN PROYECTO QUE EXIGE CARGA REAL
La propuesta de construir un puerto en Corío busca aprovechar su ubicación estratégica para convertirlo en un nodo logístico de referencia en la macroregión sur. La infraestructura moderna y eficiente facilitará el comercio internacional, especialmente en el marco de la creciente demanda de exportaciones agroindustriales y minerales. Sin embargo, la clave para que este proyecto se materialice radica en atraer carga suficiente, un aspecto que requiere la implementación de políticas integradas de desarrollo agrícola y de transporte, sobre todo ferroviario.
ROMPEOLAS MULTIUSOS EN ILO: NECESIDAD Y REALIDAD
Paralelamente, la construcción de un rompeolas multiusos en Ilo pretende ampliar la capacidad operativa del puerto, permitiendo la llegada de embarcaciones de mayor tamaño y diversificando las cargas que allí se manejan.
Esta inversión no solo mejorará la eficiencia logística, sino que también posicionará a Ilo como un centro de referencia para el comercio marítimo en la región, siempre que exista suficiente carga para sostener dicha infraestructura.
GEOPOLÍTICA Y PUERTOS: EL TABLERO REAL
En este contexto, las inversiones en infraestructura portuaria y ferroviaria no pueden desconectarse de las tensiones geopolíticas que enfrentan China y Estados Unidos en la región. China ha mostrado interés en fortalecer su presencia mediante inversiones en puertos y proyectos de infraestructura, buscando asegurar rutas de comercio hacia el Pacífico y más allá. EE. UU., por su parte, busca mantener su influencia mediante alianzas estratégicas y apoyo a proyectos que favorezcan la integración de la región en su esfera de influencia.
Este escenario exige una estrategia que asegure la autonomía y beneficio mutuo, evitando caer en dependencias que puedan afectar la soberanía económica y política de la macroregión sur.
EXTENSIÓN FERROVIARIA: UN ESLABÓN ESTRATÉGICO
Una iniciativa que complementa estos desarrollos es la posible extensión del ferrocarril de la Southern Perú hasta San Pablo y/o Santos, bajo la administración del Grupo México, con financiamiento potencial de Rock Blue. Este corredor ferroviario sería vital para garantizar la circulación eficiente de carga entre los puertos y las principales áreas productivas del interior, asegurando un flujo constante y competitivo.
Este proyecto ferroviario no solo facilitaría la exportación de productos agrícolas y minerales, sino que también potenciaría la integración regional, generando beneficios económicos y sociales duraderos. La participación de actores privados y públicos en esta inversión será fundamental para su éxito.
ESTRATEGIA INTEGRAL A TREINTA AÑOS
Reconociendo que la carga es el elemento básico para hacer realidad estos proyectos, la región debe adoptar una estrategia integral que contemple el desarrollo agropecuario, industrial y portuario en un horizonte de 30 años. Esto implica impulsar políticas de innovación, infraestructura, logística y formación de capital humano, con un enfoque en sostenibilidad y resiliencia.
El establecimiento de un plan macroregional que articule estos elementos permitirá no solo captar carga y aumentar la competitividad, sino también promover un crecimiento equilibrado y sustentable en toda la zona sur, con beneficios que trasciendan las fronteras nacionales.
VISIÓN COMPARTIDA PARA UN FUTURO PORTUARIO REAL
La construcción de un nuevo puerto en Corío, el rompeolas en Ilo, la extensión ferroviaria y un plan de desarrollo integral para la macroregión sur representan oportunidades estratégicas en un escenario marcado por complejidades geopolíticas. Solo mediante una visión coordinada, inclusiva y sustentable será posible transformar estos proyectos en motores de crecimiento y soberanía regional, garantizando que la carga y el comercio sean los pilares de un futuro próspero y estable, para lo cual es necesario trabajar con una visión de colaboración y no de enfrentamiento.
