Desde la zona Aruntaya, parte alta de Mariscal Nieto (Moquegua), el biólogo Carlos Santos inició una bicicleteada rumbo a la ciudad de Lima con un solo propósito: exigir la remediación ambiental de la cuenca del río Coralaque, afectada desde hace años por la presencia de metales pesados. Su recorrido supera los 1,300 kilómetros y busca llegar hasta el Ministerio de Energía y Minas, el Congreso de la República y el Tribunal Constitucional.
“Nosotros ya hemos hecho todo lo posible desde nuestras funciones y no ha sido suficiente. Lo único que queda como alternativa es la participación ciudadana”, expresó Santos antes de partir.
El profesional, subgerente de Medio Ambiente de la Municipalidad Provincial de Mariscal Nieto, explicó que solicitó licencia sin goce de haber por siete días para poder emprender esta acción de protesta ciudadana.
El manifestante detalló que la ruta se inició el 8 de noviembre y que en la primera etapa recorrió 160 kilómetros en once horas. “Ya hemos hecho el tramo más difícil, desde la parte alta. Ahora iremos por la costanera hasta llegar a Lima, antes del 17 de noviembre”, indicó, desde la plaza de armas de Moquegua.
Santos insistió en que existe una planta de tratamiento de aguas ácidas en la zona minera, pero que no se utiliza a plena capacidad. “Si el Ministerio de Energía y Minas autorizara el tratamiento de esas aguas, el río no estaría de color amarillo ni rojo. Lo que falta no es la tecnología, sino voluntad humana”, sostuvo.
El especialista recordó que han existido casi diecinueve mesas de diálogo sobre este problema ambiental sin resultados concretos. “Hace muchos años se viene hablando de esto, pero todo queda en papeles y palabras. La población sufre, los agricultores, ganaderos y pescadores están perdiendo sus fuentes de trabajo”, lamentó.
Durante su recorrido, el biólogo prevé reunirse con autoridades y organizaciones civiles para sumar respaldo a su pedido. Adelantó que, si al llegar a la capital no obtiene respuestas concretas, se instalará frente a la Defensoría del Pueblo e iniciará una huelga de hambre.
“Hay solución técnica y científica comprobada. Lo que no hay es voluntad. Esta acción es para sensibilizar a quienes, desde Lima, permanecen indiferentes ante la muerte del río”, enfatizó.
El río Coralaque, afluente del río Tambo, ha sido declarado en emergencia ambiental debido a la contaminación con metales pesados, afectando a poblaciones de Moquegua, Arequipa y zonas de Puno. Mientras tanto, Santos continúa su viaje sobre dos ruedas, llevando en su pedaleo una demanda que, asegura, no descansará hasta ser escuchada.

