POR: EDGARD NORBERTO “BETO” LAJO PAREDES
En la actualidad, más se habla de niveles socioeconómicos (NSE) que de clases sociales. Son cinco los NSE, basados en el número de hogares (10’196,775), según APEIM 2024, con data ENAHO 2023 (Encuesta Nacional de Hogares):
- NSE A (alto): 0.9%
- NSE B (medio-alto): 8.8%
- NSE C (medio): 28.0%
- NSE D (bajo): 31.1%
- NSE E (pobreza extrema o pobre): 31.2%
A la luz de esta nueva realidad de niveles socioeconómicos, se observa que el número de hogares que están bien corresponde a los NSE A y B, que juntos constituyen el 9.7%. Los que están “más o menos” son los hogares del NSE C, que representan el 28%; y los que están en situaciones difíciles son los NSE D y E, que suman el 62.3% de los hogares.
La inmensa mayoría del país está en precariedad social y económica. Esta situación se mantiene así desde el año 2011 a la fecha, sin que haya mejorado la suerte de los peruanos, a pesar del Acuerdo Nacional del año 2002; del Plan Bicentenario 2011–2021 (Decreto Supremo N.º 054-2011-PCM); de la Política General de Gobierno (Decreto Supremo N.º 042-2023-PCM); del Plan Nacional de Competitividad y Productividad 2024–2030 (Decreto Supremo N.º 203-2024-EF); y del Plan Nacional de Infraestructura Sostenible para la Competitividad 2022–2025 (Decreto Supremo N.º 242-2022-EF).
Lamentablemente, los gobiernos de Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski, Martín Vizcarra, Manuel Merino y Francisco Sagasti no continuaron con el Acuerdo Nacional ni implementaron el Plan Bicentenario. La situación se agravó con los gobiernos de Pedro Castillo y Dina Boluarte. Mientras tanto, se incrementa la pobreza y la anemia infantil; se deterioran los servicios de educación y salud; y no se avanza en comprensión lectora ni razonamiento matemático.
La responsabilidad también recae en el Congreso de la República, por no fiscalizar el cumplimiento de los planes descritos, por no interpelar al Gabinete Ministerial ante su ineficiencia y por no constituir una Comisión de Seguimiento de los planes de desarrollo. Finalmente, son responsables los partidos políticos, quienes deberían crear los denominados “gabinetes en la sombra”, a fin de supervisar las acciones del Poder Ejecutivo, bosquejando una alternativa política, elaborando propuestas de políticas públicas y preparando cuadros ministeriales listos para actuar en caso de un cambio de gobierno mediante elecciones periódicas, evitando así la improvisación constante.
La realidad actual obliga, moral y técnicamente, en primer lugar, a diseñar programas sociales o mejorar los existentes, con la finalidad de que no haya peruanos en el NSE E (pobreza extrema o pobre), que representa el 31.2%. Luego, se debe actuar para reducir el número de conciudadanos del NSE D (bajo), que equivale al 31.1%. La meta es edificar un país sin pobres extremos, generando empleo productivo, propiciando la inversión privada nacional y extranjera, elevando la eficiencia y transparencia de la inversión pública, y brindando educación y salud públicas de calidad.

