POR: DR. ROBINSON ALMANZA CABE
La gestión de la gobernadora regional Gilia Ninfa Gutiérrez Ayala atraviesa su momento más crítico. Pese a los discursos de eficiencia y transparencia, las cifras oficiales revelan lo contrario: el Gobierno Regional de Moquegua (GORE Moquegua) se desploma hasta el puesto 20 a nivel nacional en ejecución de proyectos, reflejo de la ineficiencia de sus funcionarios, la ausencia de liderazgo técnico y la inacción total del Consejo Regional, que ha dejado de cumplir su función fiscalizadora.
Según el reporte del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) actualizado al 18 de octubre de 2025, el GORE Moquegua registra un avance de apenas 57.2%, pese a disponer de un Presupuesto Institucional Modificado (PIM) de S/ 340.9 millones (trescientos cuarenta millones novecientos mil soles).
PÉRDIDA DE 10 POSICIONES
En menos de tres meses, la región descendió del puesto 10 al 20, una caída de 10 posiciones que evidencia la parálisis en la ejecución pública.
Con un presupuesto medio, Moquegua no enfrenta las limitaciones logísticas de regiones como Loreto o Piura, cuyos PIM superan los S/ 1,000 millones (mil millones de soles). Sin embargo, su avance del 57.2% es insuficiente y preocupante, considerando que el nivel esperado a octubre debería superar el 70% para asegurar un cierre anual superior al 90%.
REGIONES COMPARABLES, MEJORES RESULTADOS
La comparación con regiones vecinas deja en evidencia el retraso de Moquegua:
- Tacna (75.5%): con un PIM similar, registra 18 puntos más de ejecución, reflejando mayor capacidad operativa y planificación.
- Ica (73%): mantiene procesos más ágiles y menos observaciones de control, consolidando su ritmo de inversión.
- Huancavelica (65.3%): pese a sus limitaciones geográficas, supera ampliamente a Moquegua, evidenciando coordinación institucional efectiva.
RIESGO DE REVERSIÓN DE SALDOS
De mantenerse la tendencia, Moquegua podría no ejecutar entre S/ 130 y S/ 150 millones (ciento treinta a ciento cincuenta millones de soles) al cierre del ejercicio 2025, lo que implicaría reversión de saldos al Tesoro Público y afectaría su Presupuesto Inicial de Apertura (PIA) 2026.
Esta situación revela ineficiencia en la asignación de recursos, una falta de gestión estratégica y una crisis de conducción política dentro del aparato regional.
CONSEJO REGIONAL, SIN CONTROL NI RUMBO
El Consejo Regional de Moquegua permanece pasivo y sin capacidad real de fiscalización, tolerando el deterioro del gasto público y la ausencia de resultados concretos. Su inacción los convierte en cómplices por omisión de la actual debacle presupuestal, al no ejercer el control político que la ley les asigna ni exigir responsabilidad a los funcionarios del Ejecutivo regional.
Los consejeros regionales de Moquegua —César Félix Marín Cáceres, Alonso Joann Quispe Romero, Maribel Grecia Mamani Asencio, Cristian Branco Cuaila Paripanca, Carla Yolanda Cornejo Rivera de Peña, Pedro Noguera Prado, Ángel Wilder Paredes Cuadros, Modesto Quispe Jorge, Gabriela Andrade Palomo y Hernán Cecilio García Cornejo— mantienen una actitud pasiva y carente de liderazgo fiscalizador frente al deterioro de la gestión regional.
Han convertido al Consejo Regional en un espacio burocrático y complaciente, incapaz de supervisar, exigir rendición de cuentas o defender el interés público que constitucionalmente representan.
A poco más de dos meses para cerrar el año fiscal, la actual administración regional aún tiene una última oportunidad para corregir el rumbo. Sin embargo, ello exigirá decisiones firmes, liderazgo técnico y una reorganización inmediata de los equipos responsables de inversión, si realmente se pretende evitar que Moquegua cierre el 2025 entre las regiones con peor desempeño presupuestal del país.