Para el director de la Dirección General de Políticas e Instrumentos de Gestión del Ministerio del Ambiente (Minam), Yury Pinto, la minería ilegal es una de las principales amenazas en el país, porque destruye bosques y ecosistemas, y arriesga el acceso de agua de millones de familias.
De esa minería ilícita que contamina los ríos con mercurio se habló en el Foro del Agua, realizado como parte de PERUMIN 37. Pinto señaló que solo en las últimas dos décadas se vertieron más de 3 000 toneladas de este metal pesado en cuerpos de agua.
“El daño es tal que no se puede hablar de formalización cuando se trata de operaciones en cabeceras de cuenca o fuentes hídricas, donde la minería está prohibida por ley. La minería ilegal disfrazada de informalidad es una amenaza directa para la sostenibilidad del país”, expuso Pinto.
Eso coincide con lo señalado por la lideresa indígena Teresita Irene Antazú López, del pueblo Yanesha, quien advirtió que los habitantes de las comunidades de Madre de Dios tienen que caminar una hora para encontrar agua limpia, porque los ríos están contaminados con mercurio. “Los mineros ilegales envenenan el agua y los peces.
Y si de bosques destruidos hablamos, Pinto recordó que hasta 2014 se habían perdido alrededor de 100 mil hectáreas a causa de las actividades de minería ilegal. Sus efectos —dijo— son irreversibles cuando se contamina el agua y se destruye la Amazonía, pero además afectan directamente a la agricultura, la pesca y la biodiversidad.
La postura del funcionario se contrapone, por lo menos en el discurso, a las propuestas del predictamen de la nueva Ley de Pequeña Minería y Minería Artesanal (MAPE) del Congreso. Algunos artículos de esta norma facilitarían la minería en cuerpos de agua. Para ser más precisos, si la ley se aprueba como está planteada permitirá, por ejemplo, la formalización de operaciones en yacimientos ubicados en cauces, terrazas o abanicos aluviales; operaciones de minería aluvial o extracción de materiales acumulados en álveos o cauces de ríos; además de la posibilidad de formalizar actividades en zonas de amortiguamiento de Áreas Naturales Protegidas.