En el pueblo joven San Gerónimo de Ilo, cerca del 15% de las viviendas permanecen deshabitadas desde hace más de 30 años, luego de que sus propietarios obtuvieran el título de propiedad y las dejaran abandonadas.
Esta situación ha generado un grave problema de seguridad. Según denunció la secretaria general del sector, Yolanda Meza, personas de mal vivir han forzado las puertas de varias casas y las utilizan como refugio para ingerir bebidas alcohólicas, consumir drogas y cometer actos ilícitos. Un caso evidente se registra en una vivienda de la manzana B, pero la problemática se repite en distintas zonas del sector.
“Hago un llamado a la Municipalidad Provincial de Ilo para que tome cartas en el asunto, porque no podemos seguir viviendo en medio de la delincuencia”, manifestó la dirigente vecinal.
A ello se suma la presencia de extranjeros, principalmente colombianos y venezolanos, que se instalan con sus carpas en las riberas del río, donde levantan improvisadas covachas entre los montículos de tierra, permaneciendo allí de forma permanente, lo que incrementa la preocupación de los vecinos.