POR ABOG. SANTOS COHAILA FLORES
¿Cómo ha ido la evolución de las sentencias condenatorias en Arequipa y Moquegua a junio del 2025?
Arequipa muestra un crecimiento sostenido entre 2021 y 2023 (de 1,603 a 2,483 personas sentenciadas en el primer semestre), con un retroceso en 2024 (-9.9%) y un repunte fuerte en 2025 (+32.1%), alcanzando 2,956 sentencias.
Moquegua, en contraste, experimenta una reducción drástica en 2022 (-40.3%) y se mantiene con cifras bajas en 2023 y 2024, aunque con una ligera recuperación en 2025 (305 sentencias).
Y todo indicaría que en Arequipa el crecimiento significativo sería por la mayor capacidad instalada en el Poder Judicial (más juzgados penales y salas colegiadas). Implementación más estricta de mecanismos de proceso inmediato y terminación anticipada (artículos 468 y 471 del Código Procesal Penal), que aceleran la emisión de sentencias condenatorias. Incremento de delitos patrimoniales y de violencia, que suelen resolverse con sentencias efectivas más rápidas.
Entretanto, en Moquegua ocurrió una combinación entre reducción y leve recuperación, y ello se debería a la posible congestión judicial o falta de recursos en las salas penales, limitando la capacidad de emitir sentencias. Además, influye una población menor en comparación con la de la región Arequipa. Según la Ley de Ejecución Penal (Decreto Legislativo N.º 654): El incremento sostenido de Arequipa supone mayor presión sobre el sistema penitenciario regional, especialmente considerando la sobrepoblación en establecimientos penitenciarios.
La tabla evidencia cómo el Poder Judicial en cada distrito judicial responde de manera diferenciada frente a la criminalidad y a la aplicación del Código Penal y Procesal Penal: Arequipa es un caso de mayor eficacia y volumen judicial, con un crecimiento que implica retos de hacinamiento y necesidad de reforzar medidas de ejecución penal. Moquegua refleja un escenario donde predominan mecanismos alternativos al encarcelamiento y un menor flujo de sentencias condenatorias.