BLGO. JOSÉ J. GUERRERO-ROJAS
CONSULTOR EN PROYECTOS AMBIENTALES
La contaminación de los mares por enormes cantidades de desechos y residuos plásticos, que ha llevado a la aparición de numerosas islas de este producto en los océanos del mundo, sigue siendo una gran preocupación para todo el planeta, más aún si tenemos en cuenta que la vida silvestre marina es la que más se ve afectada con su presencia.
Para los especialistas, esta basura no solo es peligrosa para el medio ambiente sino porque sus impactos podrían alterar las cadenas alimenticias de las especies marinas, ya que los peces más pequeños se alimentan por filtración lo que podría ocasionarles severos daños a sus organismos.
No podemos negar que la aparición de estas islas es la evidencia de la irresponsabilidad del uso indiscriminado de los plásticos, cuyos impactos tendrían también una alta incidencia en los eventos de cambio climático y calentamiento global. Además, los plásticos que se encuentran a la deriva en el mar, forman isletas flotantes que viajan miles de kilómetros, concentrando los Rayos UV, y el salitre del mar lo que hace más lento su degradación.
Otro efecto negativo es que sus partículas son ingeridas por microorganismos que no están diseñados a comer ese tipo de elementos. Lo malo es que entran en la cadena alimentaria de otros seres mayores quedan depositados en sus tejidos. Son sustancias toxicas que con el tiempo de acumulación serian nocivos para el consumo humano, por ejemplo, tortugas y otros seres vivos con graves consecuencias a la salud del mar.
Frente a este panorama, es urgente indicar que desde los sectores involucrados se debe ejecutar un adecuado manejo de residuos sólidos, con la urgente y activa participación de todos los actores de la sociedad civil, fomentando conciencia ciudadana y responsabilidad a la hora de adquirir productos envasados o a la hora de ir al mercado.
No es raro que, por ejemplo, en un fin de semana en cualquiera de los mercados de abastos de nuestra ciudad salir llevando en promedio más de 20 bolsas a casa la mismas que luego son desechadas al bote de basura y posteriormente se adicionan a el grueso de las toneladas de plásticos acumulados.
No puedo dejar de mencionar con el respeto que se merecen las comerciantes de nuestro entorno a quienes en más de una ocasión he podido comprobar el uso los envases de plásticos o botellas que se esmeran en sacar de los botes de basura para luego llevarlos a sus casas, lavarlos y volverlos a utilizar para vender refrescos quinuas o desayunos al paso, sin tomar en cuenta que las botellas de plástico PET, son propicias a la proliferación de bacterias, con lo cual podrían causar problemas de salud como una simple gastroenteritis. o la proliferación de diversas enfermedades.
Su excesivo consumo genera impactos negativos al medio ambiente además de considerar que su degradación es muy lenta y tarda entre 100 y 1000 años en descomponerse. En nuestro país producimos un promedio de 140,00 toneladas de plástico diario, lo que en distribución nos asigna un promedio de 4 millones de botellas que se votan en todo el Perú
Parte de las acciones que debemos ejecutar para contar con una adecuada gestión de los residuos sólidos generados diariamente debemos aplicar la buena práctica de reducir, reciclar y reusar; haciendo de nuestro consumo una propuesta amigable y responsable con el ambiente, que genere el cambio que actitud y fortalezca nuestro camino a la sostenibilidad.