La presunta propiedad de cerca de 40 mil hectáreas en el distrito de Islay-Matarani por parte de la familia Vargas Belón ha generado preocupación en la comunidad.
El arquitecto Adán Pacheco Flores advirtió que, de confirmarse, la situación podría afectar la ejecución de proyectos estratégicos en la zona.
Uno de los más comprometidos sería la construcción del nuevo Desembarcadero Pesquero Artesanal, previsto en las caletas Mollendito o Barco Hundido.
“La norma de la Contraloría General de la República señala que para iniciar una obra el terreno debe pertenecer al Estado. Si las áreas están registradas a nombre de particulares, como la familia Vargas Belón, se perjudicaría el avance de estos proyectos. Además, los procesos de expropiación suelen ser complejos y pueden tardar años”, explicó Pacheco.