POR: EDGARD NORBERTO “BETO” LAJO PAREDES
Diversos analistas, arropados de imagen de “técnicos”, de cuando en cuando, aparecen en medios de comunicación para hablar de: “sobrecostos laborales” y “rigidez de la legislación del trabajo”; sin pudor, plantean su eliminación y flexibilización, respectivamente.
La “emblemática” empresa Sociedad Minera Cerro Verde S.A.A., uno de los ejes de la economía de Arequipa, gran parte de sus servicios los tiene tercerizados, con esto se libra de tener abultada planilla de trabajadores, reduce sus costos al no pagar beneficios sociales, también ahorra utilidades, porque buen número de trabajadores están en services, sin derecho a utilidades.
El olvidado líder y estadista aprista Manuel Seoane acuñó lemas que retumbaron en el siglo XX, poniendo los pelos de punta a la otrora oligarquía del azúcar y algodón, enrostrándoles: quieren una economía (de ultra libre mercado) “que haga más ricos a los ricos y más pobres a los pobres”. Agregó: por eso quieren seguir teniendo “cholo barato”, es decir, trabajadores con salarios indignos, con pocos y regateados derechos que, encima, no respetan, además, sin sindicatos, para que sean fácilmente explotados o excluidos.
Ahora han inventado la categoría de los “emprendedores”, pero lo que vemos en la realidad son emprendedores del “día a día”: abren sus pequeños negocios para sobrevivir. Hay situaciones dramáticas de cientos de papás y mamás que salen a las dos o tres de la mañana a vender algo en los mercados (plataforma Andrés Avelino Cáceres – Arequipa), hacerse de algunos soles y adquirir pancito y otros productos; regresan a sus casas a las seis de la mañana a darles el desayuno a sus hijos y que vayan al colegio. Esta es la vida de la inmensa mayoría de emprendedores, sin derechos y sin seguros.
Con las grandes empresas mineras está pasando algo soterrado que no quieren ver: contratan a otras grandes empresas para servicios que no brindan directamente, sino que subcontratan a emprendedores a quienes les pagan poco; encima los hacen responsables de todo, desligándose de compromisos legales y sociales. Esto está pasando: hemos vuelto al “cholo barato” y a la pseudo moderna esclavitud de los emprendedores del día a día. La excepción son las comunidades campesinas que se han hecho respetar ante las mineras.
De otro lado, el 29 de abril de 2019 se aprobó la Visión del Perú al 2050, base para la formulación del Plan Estratégico de Desarrollo Nacional. En tal sentido, se señala que al 2050 seremos un país democrático, respetuoso del Estado de derecho y de la institucionalidad, integrado al mundo y proyectado hacia un futuro que garantiza la defensa de la persona humana y de su dignidad en todo el territorio nacional.
Contempla las siguientes imágenes-objetivo:
a) Las personas alcanzan su potencial en igualdad de oportunidades y sin discriminación para gozar de una vida plena.
b) Gestión sostenible de la naturaleza y medidas frente al cambio climático.
c) Desarrollo sostenible con empleo digno y en armonía con la naturaleza.
d) Sociedad democrática, pacífica, respetuosa de los derechos humanos y libre del temor y de la violencia.
e) Estado moderno, eficiente, transparente y descentralizado que garantiza una sociedad justa e inclusiva, sin corrupción y sin dejar a nadie atrás.
Optimistamente, asumamos el compromiso de coadyuvar a la realización de la Visión del Perú al 2050. Algunos antecedentes para motivarnos: en el ámbito internacional hemos posicionado nuestra gastronomía; la hinchada peruana alcanzó el campeonato mundial; nuestros ancestros edificaron la gran cultura inca; en nuestro territorio se consolidó la emancipación de América Latina; nuestra papa andina salvó del hambre al mundo.