22 C
Moquegua
17.2 C
Ilo
27.7 C
Omate
12 C
Arequipa
16.7 C
Mollendo
29 julio, 2025 9:10 am

Divulgación científica: tarea que los investigadores no debemos descuidar

POR: PH.D. ING. AVID ROMAN-GONZALEZ

En un mundo cada vez más atravesado por la ciencia y la tecnología, resulta urgente repensar no solo cómo investigamos, sino también cómo compartimos los frutos del conocimiento científico. Durante décadas, el paradigma dominante ha sido claro: los hallazgos se publican en revistas académicas especializadas, con lenguaje técnico y para un público igualmente especializado. Este proceso es clave para la validación del conocimiento y el progreso de las disciplinas. Pero hoy sabemos que eso ya no basta.

La realidad actual —marcada por crisis sanitarias, climáticas, energéticas y sociales— exige que la ciencia traspase los muros de la academia y dialogue con la ciudadanía. Para lograrlo, la divulgación científica se posiciona como una herramienta imprescindible. Lejos de simplificar en exceso, la divulgación traduce el conocimiento en formatos accesibles, atractivos y comprensibles, sin perder rigurosidad. Y sobre todo, responde a una necesidad democrática: que todas las personas tengan acceso al conocimiento que moldea sus vidas.

La ciencia está detrás de las vacunas que nos protegen, de las tecnologías que usamos a diario, de los alimentos que comemos y de las decisiones políticas que marcan nuestro futuro. Desde los avances en bioingeniería y salud pública, hasta la lucha contra el cambio climático, la inteligencia artificial y la seguridad alimentaria, la sociedad tiene derecho a entender qué se investiga, por qué se hace y cómo eso impacta su bienestar.

Este conocimiento, en muchos casos, se genera con fondos públicos. Por eso, la transparencia científica y la rendición de cuentas no solo se logran publicando artículos técnicos, sino también comunicando de forma clara y abierta los beneficios de la investigación. Solo así será posible construir una ciudadanía informada, capaz de apoyar el financiamiento de la ciencia, exigir políticas públicas basadas en evidencia y participar activamente en la toma de decisiones.

Pero para lograrlo, los científicos debemos asumir un rol más activo. La divulgación no es una tarea secundaria ni un asunto solo de periodistas o comunicadores: es una responsabilidad compartida por toda la comunidad científica. Comunicar lo que investigamos no es una concesión: es parte de nuestro deber con la sociedad.

Apostar por la divulgación científica no es un lujo ni una moda: es un compromiso con la equidad del conocimiento, con la democracia y con el desarrollo sostenible. Es momento de sacar la ciencia de los papers y llevarla al parque, al aula, al mercado y a las redes. Porque solo una sociedad que entiende la ciencia será capaz de protegerla, valorarla y aprovecharla para construir un mejor futuro.

Artículo anterior

Análisis & Opinión