POR: NICOLÁS VALDEZ C
Es una pena; por entrar en marchas y contramarchas del gobierno, Ministerio de Transportes; Autoridad Portuaria Nacional, etc. en no definir los pasos correctos para promover el Ferrocarril Bioceánico Central, estamos a un paso de perder este proyecto importante para nuestro país y que tenía a Ilo como punto de llegada.
Digo esto, porque ya se notaba desde hace tiempo atrás, como desconocidos intereses estaban bloqueando que se construya un nuevo terminal en el litoral de Ilo y mediante Edgar Patiño, presidente de la Autoridad Portuaria Nacional; se busca por todos los medios, neutralizar el desarrollo portuario de envergadura en esta zona.
El asunto es que los panoramas políticos han cambiado drásticamente en uno de los países impulsores; Brasil, que cuenta con nuevo presidente ultraderechista Jair Bolsonaro; ha sido claro y enfático para encontrar una fuerte alianza económica con Chile e impulsar el TLC y el Ferrocarril Bioceánico Central, cuya salida sea un puerto chileno y como si esto fuera poco, desestima totalmente a Bolivia en este proyecto, por ser un gobierno de izquierda.
Debo recordar que Bolsonaro ha mostrado en toda su vida política, extremos rasgos de xenofobia y racismo incluso sobre los indígenas y afro brasileños de su propio país; está claro que con Evo Morales no va a querer nada; más aún que el presidente boliviano está fuertemente debilitado y cuestionado a raíz del fallo de la Haya en el tema marítimo con Chile.
El Ferrocarril Bioceánico, sin este gigante Brasil, es casi imposible que se realice en esta zona peruana.
Siempre lo hemos dicho; el impedimento del presidente Martín Vizcarra, el Ministerio de Transportes y la APN, para que se construya el Terminal Portuario de Gentilar en sus orígenes de capitales brasileños, nos iba a costar caro; se quiera o no, el proyecto «Gentilar» es la única propuesta viable, económica y geopolíticamente, sobre todo que está fuera del casco urbano y está dentro de un hinterland más que adecuado (rutas de acceso, aeropuerto, zonas económicas, etc)
Falta la autorización final de DICAPI, pero sobre todo la decisión política y mañana mismo se empezaría la construcción, sería una infraestructura de magnitud que haría justificar la llegada del Ferrocarril Bioceánico y el presidente Bolsonaro, giraría su mirada a esta parte del Perú de una manera atractiva. Por lo pronto el acercamiento de Brasil y Chile, sobre proyectos estratégicos es un duro golpe para nuestros intereses.
Y la única manera que podemos contrarrestar es haciendo dos cosas con la mayor prontitud. Primero, que el Ministerio de Transporte defina de una vez como punto de llegada a la Zona de Gentilar del Ferrocarril Bioceánico Central y, segundo, que se dé la iniciativa política del gobierno y DICAPI; para que los inversionistas privados construyan un gran Terminal Portuario en la Zona de Gentilar. Estas acciones equipararían mucho, la iniciativa chilena brasileña. Veremos qué decisión política se toma…es mi opinión.
