El anuncio del proyecto de represa Alto Huayrondo, en el valle de Tambo, ha causado sorpresa y polémica en la región Arequipa, al desplazar la iniciativa previamente considerada de Tambo Bajo. La nueva propuesta contempla una represa con capacidad de 50 millones de metros cúbicos, una altura de 125 metros, y una corona de 500 metros de longitud, con una inversión estimada de 197 millones de dólares, incluyendo túnel y canal de derivación. El objetivo sería irrigar menos de 10,000 hectáreas, lo que implica un costo cercano a 20,000 dólares por hectárea.
El proyecto será ejecutado bajo la modalidad de Obras por Impuestos, y según el cronograma tentativo, Southern Perú presentará el expediente en abril de 2026. Para mayo o junio se prevé su evaluación técnica, en julio se realizarían trabajos de campo y se registraría el código del proyecto. El inicio de ejecución está previsto entre agosto y diciembre de 2026.
HUAYRONDO NO ES NUEVA
Sin embargo, el ingeniero Huber Valdivia Pinto, exviceministro de Agricultura, advirtió que esta propuesta no es nueva. Señaló que hace más de dos décadas la quebrada de Huayrondo fue descartada por su alta permeabilidad, con depósitos aluviales y coluviales de hasta 100 metros de profundidad. Si se insiste en construir en el mismo lugar, se trataría de una presa fuera de cauce, lo cual no sería técnicamente recomendable.
Valdivia también recordó que la Resolución Ministerial N.º 0137-2025-MIDAGRI, publicada el 25 de mayo de 2025, incluyó entre los Proyectos Emblemáticos del Sector Agrario y de Riego la represa Tambo Alto, la cual fue anunciada por el ministro del sector y respaldada por una empresa minera. Pero, para sorpresa de muchos, el 24 de junio se informó que el proyecto evaluado sería finalmente Alto Huayrondo.
MALTRATO A LA AGRICULTURA DE LA REGIÓN
Según el exviceministro, la propuesta de Tambo Bajo había sido previamente cuestionada por la acumulación de sedimentos, que podría ser hasta 35 veces mayor que en una represa ubicada aguas arriba. Sin embargo, considera que las decisiones recientes del gobierno carecen de sustento técnico, y califica como un maltrato reiterado a la agricultura arequipeña el constante cambio y falta de claridad en estos anuncios.
«Ya no es novedad que periódicamente escuchemos anuncios que menosprecian el buen juicio de quienes se dedican a la agricultura», enfatizó a un medio de comunicación regional.
