25.6 C
Moquegua
17.5 C
Ilo
31 C
Omate
23 C
Arequipa
24.9 C
Mollendo
30 junio, 2025 3:32 pm

Moquegua: contrastes de una región minera

Aunque Moquegua exhibe logros en educación, competitividad y reducción de pobreza gracias a su riqueza minera, enfrenta aún profundas brechas sociales, corrupción y falta de planificación que amenazan con perpetuar desigualdades y desaprovechar su potencial agroexportador y productivo.

Mientras algunos indicadores la muestran como una región ejemplar —con los mejores resultados educativos del sur y uno de los menores índices de pobreza del país—, Moquegua todavía tiene que construir un modelo que equilibre el negocio minero con la agroexportación y otras actividades económicas. Queda pendiente también superar el problema de la mala gestión del presupuesto que ha dejado obras paralizadas, corrupción, anemia infantil y sectores productivos relegados.

LOGROS EDUCATIVOS Y MENOR POBREZA EN MOQUEGUA

Más niños de nueve años de la región Moquegua entienden mejor lo que leen y resuelven con facilidad los problemas matemáticos que los niños de Cajamarca o Áncash. Según la evaluación censal o la Evaluación Nacional de Logros de Aprendizaje (ENLA 2024), cinco de cada diez niños comprenden las lecturas y resuelven operaciones matemáticas sin dificultades, mientras que en Cajamarca solo dos y en Áncash, tres.

Las tres son regiones mineras y reciben millones de soles por canon minero. ¿Por qué la diferencia? Se podría hablar de varias razones: Moquegua es una región más pequeña y geográficamente menos compleja, pero también es porque, en esta región, a pesar de todo, usaron el dinero para mejorar la infraestructura educativa, equipamiento y mobiliario escolar, etc.

Son logros gracias a que el Gobierno Regional de Moquegua priorizó las inversiones en educación. Según el estudio de transparencia regional, elaborado por la Comisión EITI Moquegua, entre 2014 y 2016 se destinó el 57.5 % del canon y regalías mineras a favor de este sector y en 2024 se destinaron 125 millones de soles a proyectos de inversión para mejorar la calidad educativa.

Otro factor que contribuyó a esta mejora fue la implementación de evaluaciones regionales semestrales aplicadas por el Ministerio de Educación a estudiantes de todos los grados, tanto de colegios públicos como privados, en áreas claves como matemática o comprensión lectora. Esos resultados permitieron evaluar los objetivos curriculares mediante el grado de dominio alcanzado por los estudiantes.

El sector privado también ha contribuido a mejorar la educación. En febrero último, la empresa minera Southern Perú entregó una infraestructura educativa moderna destinada al Colegio de Alto Rendimiento (COAR). La obra fue ejecutada mediante la modalidad de obras por impuesto, con una inversión de 102 millones de soles. La minera también invierte, en la actualidad, en otras obras de infraestructura educativa y apoya programas de becas de estudios superiores.

No solo hubo mejoras en educación. En los últimos 20 años, Moquegua ha reducido los niveles de pobreza. De acuerdo con cifras del BCR, desde el 2013 se posiciona como la segunda ciudad del Perú con menos pobres. Tiene alrededor de 31,000 pobres de un total de 203,000 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

Estas cifras son mucho mejores que las de otras regiones mineras. Por ejemplo, en la región Cajamarca, según el INEI, el 44.5 % es pobre monetario; es decir, casi la mitad vive por debajo de la línea de la pobreza, mientras que en la región Áncash, tres de cada diez pasaron a la condición de pobreza en 2024.

UNA REGIÓN EMINENTEMENTE MINERA

Moquegua ha recibido casi 3 millones de soles diarios de canon y regalías mineras durante dos décadas, de 2004 a 2023. No ha sido una cifra uniforme; sin embargo, es un promedio de las transferencias. En cifras totales, hablamos de un aproximado de S/ 7,800 millones de soles en veinte años.

Hasta el 2023, el canon minero solo provenía de la minera Southern Perú, dueña de la mina Cuajone, en el distrito de Torata. En 2024 se sumaron las operaciones de la mina Quellaveco, de Anglo American, también en Torata. En el primer año de producción, Quellaveco generó 601 millones 335 mil 765 soles de canon. Ese año, Moquegua recibió S/ 1,026 millones 705 mil 177 soles por canon minero, casi el doble de lo que anteriormente llegaba a las cuentas del Gobierno Regional y los Gobiernos Locales.

De acuerdo con análisis estadísticos publicados por el economista Javier Flores Arocutipa, a diferencia de otras regiones, la economía de Moquegua depende de la minería hasta en un 80%, lo que la convierte en una región extractiva. Por el auge y potencial minero, Moquegua es una región con los mejores índices de competitividad y con el PBI per cápita más alto del país, US$ 32,142 por persona. Esta situación le ha permitido a la región Moquegua aventajar a otras regiones en cuanto a desarrollo económico.

Moquegua no dejará de ser minera, al menos por ahora. Según el Boletín Estadístico Minero del Ministerio de Energía y Minas (Minem), es el departamento donde se produce más cobre en el Perú, el 18 %, por encima de Arequipa con 15.8 % y Apurímac con 14.7 %.

Quellaveco produjo en 2024 unas 320 mil toneladas de cobre fino y aportó el 1 % del PBI nacional. A Quellaveco se suma Cuajone, que produjo 140 mil toneladas de cobre refinado. Dentro de cuatro años, en 2029, se sumará a ambas minas el proyecto minero Los Calatos, de la minera Hampton, que se encuentra en fase de prefactibilidad; se estima que producirá 65 mil toneladas anuales durante 27 años. Moquegua, entonces, acumularía una producción estimada de 525 mil toneladas de cobre por año. Con esta cifra, podría superar la producción de Arequipa y Áncash.

LA OTRA CARA

Pero no todo está bien en Moquegua. Todavía hay trabajo por hacer. Una vez, la prensa local mostró a una familia de un asentamiento humano del centro poblado de Chen Chen, en la provincia de Mariscal Nieto. Los seis miembros compartían una sola cama y sobrevivían con una dieta basada en agua y fideos. En julio de 2024, el director regional de Salud, Juan Luis Herrera Chejo, informó que el 24 % de niños menores de 3 años tenían anemia. Herrera Chejo dijo que eran cifras elevadas frente a los estándares internacionales de salud pública, los cuales no deben exceder el 10 %. “¿Cómo podemos ser tan competitivos si todavía tenemos problemas de salud pública del tercer mundo?”, expresó Herrera Chejo.

Para los especialistas, el problema está en la falta de planificación del gasto y la adjudicación de obras a consorcios que las abandonan por corrupción o insolvencia económica. A setiembre de 2024, Moquegua tenía 55 proyectos de inversión paralizados: 5 del Gobierno Nacional, 3 del Gobierno Regional y 47 de los Gobiernos Locales, obras valorizadas en 6 millones 584 mil 177 soles.

“La limitante es no entender hacia dónde quieren llevar a la región. Existe atomización de proyectos, no ayudan a que las estructuras productivas se potencien”, explica Guido Herrera, representante de la sociedad civil. Al respecto, otra voz visible de la sociedad civil, Katherine Maldonado Palomino, encuentra problemas en la burocratización del sistema Invierte.pe como responsable de la demora de aprobación de expedientes técnicos. Opina que todo está amarrado en el Estado de tal forma que no permite más que desarrollo de infraestructura, dejando de lado el componente social.

A la falta de planificación y eficiencia se suma la corrupción de autoridades, funcionarios y empresarios. Según cifras del Ministerio Público, en 2024 recibieron 353 casos de corrupción y, en lo que va del año, 163 casos más. El excoordinador de las Fiscalías Anticorrupción de Moquegua, Emilio Salas Apaza, conoce un aproximado de 50 casos vinculados al Gobierno Regional.

Salas Apaza especificó que los funcionarios con más denuncias pertenecen al Proyecto Regional Especial Pasto Grande, a la Subregión Ilo y a la Dirección Regional de Transportes y Comunicaciones. El delito más común es la colusión, la cual se da mediante acuerdos irregulares entre funcionarios, proveedores y contratistas de una obra.

La lista de investigados es larga. Uno de los casos más emblemáticos es el del exgobernador regional y expresidente de la república, Martín Vizcarra Cornejo, quien es procesado en la actualidad por presuntamente haber recibido “coimas” por las obras del Hospital Regional de Moquegua y el proyecto Lomas de Ilo. La actual gobernadora, Gilia Gutiérrez Ayala, tiene múltiples investigaciones por presuntos delitos de corrupción. Uno de los casos más emblemáticos y escandalosos salió a la luz en setiembre de 2023, cuando la prensa denunció un sistema irregular de alquiler de camionetas a favor del GORE Moquegua, en el que el proveedor era la pareja sentimental de su hermana.

POTENCIAL DORMIDO

A pesar de los avances, la agricultura, la agroexportación, la manufactura, la pesca y el turismo han quedado relegadas. Basta mirar al sector agrario, que acusa a la minería por la escasez y contaminación de las fuentes de agua, y no deja de tener razón, ya que las cifras en agroexportación no son favorables. Pese a tener productos bandera como la palta, la producción local solo representa el 1.8 % de la producción nacional, exportando gran cantidad de esta a Chile.

La uva tiene un potencial agroexportador en Moquegua. En la provincia de Mariscal Nieto se produce el 85 % de la uva exportable; alcanza hasta 20 toneladas por hectárea. Ese crecimiento se debe a la ampliación de áreas de cultivo destinadas a la vid y la producción vitivinícola, con oportunidades de exportación hacia Estados Unidos, China y Rusia.

Sin embargo, la escasez de agua amenaza el desarrollo de la agricultura. Los gobernantes, recientemente, han planteado equilibrar y fortalecer esas actividades productivas, aprovechando la bonanza del canon minero. Quieren convertir a Moquegua en una región sostenible cuando se agoten los minerales.

La profesora Katherine Maldonado, el ingeniero Guido Herrera y Pamela Blas Castro, comunicadora social y decana del Colegio de Periodistas de Moquegua, coinciden en que la región debe aprovechar los millones del canon minero para construir represas de agua y ampliar las tierras agrícolas a 29,000 hectáreas, que, según el Proyecto Especial Regional Pasto Grande, están disponibles para proyectos de irrigación como Lomas de Ilo, Pampas Las Pulgas, Hawai, La Rinconada, La Clemesí y otros.

“Podemos tener todo el oro del mundo, pero si no cerramos la brecha de agua de calidad, no podemos hablar de desarrollo”, analiza Blas Castro. “Solo vendemos cobre, se necesita repensar en el desarrollo de Moquegua, que no solamente vivamos de la minería, tenemos otras actividades que nos pueden ayudar a apalancar otras economías”. En esa misma línea, Katherine Maldonado opina que es necesario contar con mayor infraestructura hídrica: “Se está dejando de lado brechas sociales importantes, por ejemplo, infraestructura de represas”. Además, Herrera consideró importante la consolidación de la productividad de la agricultura frente a la minería.

Ante este escenario, el Gobierno Regional de Moquegua ya impulsa la construcción de cuatro represas: Paltiture, Cuturi, Tambillo y Coralaque. Se calcula que estas obras aumentarán el almacenamiento de agua a más de 220 millones de metros cúbicos. A esta iniciativa se ha sumado Anglo American Quellaveco, con un aporte de 12 millones de soles a través del Fondo de Desarrollo Moquegua, para financiar los expedientes técnicos de las represas Tambillo, Coralaque y Cuturi.

Si bien la región Moquegua no es un ejemplo perfecto, es un modelo que se puede imitar para lograr que la bonanza minera mejore los indicadores sociales y cree las condiciones para un crecimiento y desarrollo sostenible con beneficios para toda la población.

Mina Cuajone de Southern Peru – Planta de chancado [a] Vial Y Vives DSD

Análisis & Opinión