POR: NOLBERTO ARATA HURTADO
Cuando era muy niño fue mi primera visita al puerto de Ilo y viajé en el famoso Kalamazo llevado por mi abuelita Mamabeta. Fue un viaje emocionante y recuerdo que en Hospicio había el “donke” en qué la locomotora se abastecía de agua. En Ilo nos hospedábamos en casa de las señoritas Dillerva.
Mi segunda visita fue con mis padres y tendría 6 años. Sentía gran temor caminar por el enmaderado del puerto porque entre las maderas veía el mar y tenía la sensación que podría caer al agua y ahogarme. Vi como subían reses a los barcos.
En mi memoria está que por esos tiempos ponían, por primera vez, las tuberías de metal para el agua potable.
VACACIONES Y TRAGEDIAS URBANAS
Después visité Ilo muchas veces, sea con la familia o en la “colonia vacacional” que era gratuito y nos hospedaban en un colegio que está en la esquina de la plaza. Esa experiencia fue por dos años consecutivos y éramos alumnos del colegio Rafael Díaz.
También lo visité con mi tía Irma y nos alojábamos en casa de Hugo Alcázar, casado con Aida de la Flor. Recuerdo en esa oportunidad que saliendo muy temprano a comprar el pan vi cuando recién se iniciaba el terrible incendio del barrio Patillos que fue tan dantesco y duradero que incluso llegaron bomberos de Tacna y hasta un avión del diario “La Prensa” de Lima y al siguiente día publicó la noticia con fotos testimoniando el siniestro. Cuando fue extinguido quedaban torres de vidrio de las botellas de cerveza y gaseosas que se habían fundido por el exceso de calor.
Sucedió otro siniestro que fue el maretazo o mini tsunami que casi desapareció todo lo que eran viviendas y los restaurantes de la zona de Boca del Río.
EL BOOM
Cuando comienza el boom minero y crecía el puerto, se creó el famoso “barrio Nylon” que recibía ese nombre porque las edificaciones eran en base a maderas y esteras de totora o caña. Lo curioso es que podías entrar con solo levantar la estera y las puertas eran del mismo material, pero con candado Yale.
Un evento, ahora poco recordado, fue una huelga del incipiente sindicato formado por los trabajadores para la minera en la construcción de la fundición y el muelle, que por la represión policial se conoció la muerte de varios obreros.
DOLOR EN SAN PEDRO
Algo que conmocionó grandemente a Ilo y Moquegua fue que en las celebraciones de San Pedro la banda de músicos del EP. BI 41 San Pablo de Moquegua llegó a Ilo a ser parte de procesión del Santo Patrón de los pescadores. El Santo fue embarcado en una lancha para que recorra el mar y en otra embarcación iban los músicos dando realce con la música. Lamentablemente por exceso de peso y personas la embarcación se ladeó y cayeron al mar casi todos los músicos y muchas personas. Los músicos no pudieron desprenderse de los instrumentos ocasionando la muerte de, creo, seis. Muchos ileños se lanzaron al agua para ayudar y una joven logró salvar tres pero al cuarto intento lamentablemente se ahogó.
EL AGUA
Ciudad Nueva era una ciudad vedada para los que no eran trabajadores de la Southern y había gran escasez de agua en el puerto, pero allí sí la había y en abundancia debido a la desaladora y muchos ileños recurrían a amistades para sacar algunos bidones para el uso diario vital.
VIVENCIAS LABORALES
Trabajé algunos años en Pesca Perú y visitaba Ilo cada dos meses lo que me permitió observar el desarrollo de la ciudad. Mi contacto en la empresa era Augusto Datto Vargas que lograba la eficiencia en el área de Servicios Generales.
De muchos ileños guardo gratos recuerdos, entre ellos de don Alberto Herrera, propietario de olivares y un camión que transportaba gran cantidad de aceitunas hacia Lima y allí en prolongación Cangallo tenía un almacén de distribución. Lo recuerdo con afecto. Era amigo y compadre de mis padres y en cada viaje hacía un alto en “El Molle” que era nuestra chacra y nos solía traer dátiles, ciruelas del fraile, corvinas, camotes blancos, aceite de oliva y las deliciosas aceitunas. A propósito de las aceitunas, nuestro héroe Miguel Grau estuvo en Ilo con el Huáscar que sirvió de prisión a Nicolás de Piérola (sería por eso de la cólera que le tenía a Grau y se opuso al reconocimiento a su heroicidad contra los chilenos) y le gustaron tanto que con frecuencia enviaba a su familia.
IDENTIDAD ILEÑA Y AFECTO ENTRAÑABLE
Con gran aprecio recuerdo amigos como César Tucunaga, hombre muy querendón de su tierra y gran cultor de la guitarra y la música criolla, Tomás Dillerva, que fue funcionario de Pesca Perú y después empresario pesquero, “El Negro Terra” Vásquez, gran arquero y destacado deportista, a Miguel “Cadete” Helfer Belliza, cuya madre representó a Moquegua como recitadora cuando los chilenos devolvieron Tacna, ahora es importante empresario con restaurante, plantas pesqueras y actividades agrícolas, también muy cercano a José María Arguedas, tanto así que lo menciona en su obra “El Zorro de Arriba y el Zorro de Abajo”.
Daisy Yáñez y esposo Alejandro Javier, Eddy Tejada, el “Caminante” Gustavo Herrera Rivera, gran estudioso y conocedor directo de restos de la cultura Chiribaya y tiene muchos testimonios líticos de ella. Eduardo Jiménez Lazo, empresario y dueño de pisco “Jiménez”, dos profesores grandes difusores de Ilo, Edwin Adriazola, muy estudioso de la gran riqueza histórica y cultural de Ilo y Jorge Luis Vidal Monasí que también tiene varias publicaciones sobre el puerto, su historia y tradiciones.
DIFUSORES, MEMORIA Y CANCIÓN
Samuel Morón que hizo el levantamiento topográfico de Moquegua y testimonia la total pertenecía de la hoya de Pasto Grande para nuestro departamento al igual que las minas de Toquepala y las minas de Sal de Puite, Eduardo Vegazo Miovich y esposa, grandes motores en difundir en Lima las bondades y sabores de Ilo, Juliana Tucunaga Calienes, que en Lima tiene un restaurante en que difunde los sabores y placeres del paladar ileños, Mariano “Chica Pierna” Rodríguez que en todas las celebraciones con gran entusiasmo canta “Ilo, desde lejos vengo a cantarte y vengo a decirte lo que yo siento por ti,…” que debería ser la canción identitaria de Ilo.
ANECDOTARIO Y HERENCIA CULTURAL
Hay muchas anécdotas de Ilo entre ellas la referida a la familia de apellido Jo que tenían tiendas y una ellas era famosa por las aceitunas que vendía y a veces preguntabas dónde está la tienda de Jo y la gente te preguntaba los de Jo de arriba o los de Jo de abajo, con la especial entonación.
En sus atractivos turísticos sin duda está la Glorieta y las construcciones del muelle fiscal o los locales en torno a la plaza Mariscal Nieto, la “Casa de Las Muñecas” que es patrimonio monumental, es una construcción con bellas columnas y lamentablemente está en franco deterioro. La iglesia San Jerónimo, que siendo una iglesia católica tiene característica de las iglesias protestantes de Irlanda, ello porque según se comenta fue construida por los ingleses que estuvieron en Ilo y tuvieron la referencia arquitectónica de su lugar de origen.
En Ilo está el CITE Moqueguano que gracias a su apoyo tecnológico y profesionalidad de sus integrantes con la dirección de la ingeniera Daphne Castro han producido aceite de oliva que en competencia mundial en Europa han logrado, primero una medalla de oro y luego una Gran Medalla de Oro, que es la más alta calificación que da un jurado en forma excepcional y en el mundo hay muy pocos productos que lo hayan logrado.
EL ORGULLO
Ilo ahora es un puerto que, a nivel nacional, es “una curiosa excepción” porque es una ciudad limpia, arborizada, cuidada que escapa del desorden, caos y suciedad característico de la mayoría de puertos. Tiene modernidad en sus edificaciones, con tres espigones para carga y descarga, con gran actividad ligadas a la minería y a los productos bolivianos, principalmente. Ello debe hacernos sentir orgullosos y resaltarlo en este nuevo aniversario de la creación política como provincia y ser el “puerto natural más importante del sur del Perú”.