POR: EDWIN ADRIAZOLA FLORES
Ilo es el mar. No me cabe la menor duda.
Toda evidencia de asentamientos humanos en el litoral, desde el sitio Anillo, pasando por Roca Verde, Pocoma, Wawakiki hasta los recientes trabajos arqueológicos desarrollados en las lomas de Ilo (2019-2022) no han dejado ninguna duda de la relación del moqueguano costero con el mar.
DE LO COTIDIANO A LO ECONÓMICO
Conforme avanzaba el desarrollo cultural de nuestra costa, el mar se hizo mucho más presente en las diversas comunidades de la zona; al pescado y el marisco se incorporó las algas y, con el desarrollo de la agricultura, lo hizo el guano de las islas cercanas. Esto fue tan importante, que motivó los primeros acercamientos a las poblaciones altiplánicas que, en su necesidad de complementar su economía y su alimentación circumlacustre, migraron hacia la costa formando enclaves e iniciaron un circuito comercial costa-altiplano que hasta ahora se practica.
Durante la presencia cusqueña, el mar fue la base de la tributación costeña: algas, pescado, mariscos y guano fueron los aportes costeños al gobierno cusqueño.
EL MAR EN LA COLONIA: COMERCIO Y ASTILLEROS
Fue, sin embargo, con la presencia española que el mar adquiere gran relevancia debido al comercio marítimo. Tanta, que se ha documentado la existencia de por lo menos un astillero en las costas de Ilo. Tampoco hay que olvidarse el desarrollo de un lucrativo comercio de navíos, como el referido al Josepho entre Mizier Francisco y Juan Francisco. El comercio marítimo impulsó la economía de esta parte del sur del virreinato: madera, guano, aceite, brea, tabaco y otras mercaderías tuvieron en ese comercio una actividad muy notoria, lo que se expresó en la formación de diferentes empresas o compañías creadas para el comercio del guano o de la madera.
No es casualidad que los europeos se ubicaran a lo largo del litoral moqueguano: Pacocha, Ilo, Cuza, Carrizal, Pocoma, Yerba Buena, Alfaro, Alfarillo, etc. Si bien es cierto el puerto más utilizado era Ylo, ubicado en la desembocadura del río Osmore, también tuvieron importante actividad Yerba Buena y Pacocha.
SIGLO XIX: GESTAS, EXPEDICIONES Y CONFLICTOS
Durante el siglo XIX el mar tomó otro protagonismo, pues fue utilizado en el desarrollo de la gesta emancipadora y durante los primeros años de la vida republicana. Durante la primera etapa, la administración colonial debió tomar decisiones de estrategia para defender y reforzar los puertos del sur, entre ellos el de Ilo. Pero, así como el eje Ilo-Pacocha estuvo entre los planes del virrey, también estuvo en los planes de la expedición libertadora que pretendía zarpar desde Chile a las costas peruanas, pues una de las propuestas era desembarcar por Ilo para tomar camino hacia Cusco y Arequipa.
Más tarde, durante las expediciones hacia los puertos intermedios, el puerto de Ilo fue parte de los planes estratégicos en el desarrollo de las acciones militares. Recordemos, por ejemplo, la expedición de Guillermo Miller hacia el sur. También hay que anotar aquellos hechos bélicos ocurridos en nuestras costas: los levantamientos de Piérola contra el gobierno nacional, el combate de Pacocha que enfrentó al monitor Huáscar con los buques ingleses Shah y Ametyst, y los relacionados con el conflicto del Pacífico.
UNA NUEVA UBICACIÓN Y EL SIGLO XX INDUSTRIAL
El mar también tuvo que ver en la nueva ubicación del antiguo pueblo de Ilo, cuando por acción de las olas, un maremoto destruyó el pasible San Jerónimo, lo que motivó al gobierno de la época a ubicar el nuevo pueblo hacia el sur, donde se localiza en la actualidad.
Durante el siglo XX el mar está ligado con el desarrollo industrial de Ilo y los movimientos migratorios que generó. La pesca y la industria metalúrgica están ligados al mar y a la ubicación estratégica del puerto.
Para el siglo XXI se consolida otra propuesta: el turismo, que incorporó las playas como principal atractivo.
El mar, es pues, el principal recurso que tiene nuestra ciudad. Entenderlo es asegurar su futuro y su desarrollo.