POR: PADRE LUIS BAZALAR GARCÍA
En Perú existen más de 95,000 centros poblados, entre urbanos y rurales. Allí viven casi 15 millones de peruanos olvidados, desconectados y sometidos a la esclavitud de un sistema que ha fracasado durante 200 años.
Un despropósito que, en los últimos 30 años, ha alcanzado niveles de crueldad y corrupción moral. La gran mayoría de estos centros poblados son rurales, tierras donde el abandono estatal es total y la pobreza se perpetúa generación tras generación.
Hace unos días, en comunión con Cristo y el pueblo, estuve presente en uno de ellos: el Centro Poblado de Yoho, en la región Moquegua.
Allí, entre hermanos olvidados, constaté, de primera mano, la realidad de abandono, miseria y hambre; pero también la fuerza de un pueblo que, en su dolor, aún espera el Reino de Justicia que Cristo anunció.
¿Cómo es posible que Moquegua, un departamento cuyo PBI per cápita supera los 30,000 dólares por persona, siga teniendo comunidades en situación infrahumana?
¿Cómo se entiende que tanta riqueza generada termine beneficiando a unos pocos, mientras el pueblo sigue esclavizado bajo el yugo del capitalismo salvaje y centralista?
La respuesta es clara: el sistema ha fracasado. El capitalismo que mata, como bien denunció el Papa Francisco¹, ha destruido la dignidad humana de nuestra gente.
SÓLO HAY DOS CAMINOS
Se sigue perpetuando este sistema podrido, nauseabundo, incapaz de garantizar vida digna, o construimos una nueva organización, donde las regiones no solo reciban su riqueza, sino tengan la autonomía para gestionarla, sin tener que mendigar al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) en Lima, ese templo del egoísmo tecnocrático.
Cristo, el verdadero revolucionario de la historia, el Cristo de la piel de la historia, camina hoy en Yoho, camina en cada uno de los 95,000 centros poblados olvidados.
LA BIBLIA ES CONTUNDENTE
La Palabra nos habla con fuerza contra los poderosos que oprimen:
“Porque vendieron al justo por dinero, y al pobre por un par de sandalias […] trituran en el polvo la cabeza de los débiles”².
“¡Ay de aquellos que planean inequidad y traman el mal en sus camas!”³.
“Ninguno expresaba propiedad sobre lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común”⁴.
“He venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia”⁵.
“Bienaventurados ustedes los pobres, porque les pertenece el Reino de Dios”⁶.
“Cuando hagan el bien a uno de estos, mis hermanos más pequeños, a mí me lo hacen”⁷.
LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA LA RATIFICA
«El ser humano tiene derecho a participar en los bienes de la tierra, porque la tierra fue creada para todos»⁸.
CRISTO ESTÁ EN YOHO
Desde Yoho, junto a la comunidad viva y sufrida, reafirmo el clamor del pueblo:
¡Basta de olvido! ¡Basta de sistemas que matan! ¡Es hora de caminar de la mano de Cristo hacia la verdadera liberación!
Cristo no está con los opresores ni con los burócratas, mucho menos con los tecnócratas.
Cristo está en Yoho; en cada niño sediento, en cada madre desesperada y en cada campesino que siembra esperanza en tierra de dolor.
TIEMPO DE CAMBIO
Es momento de hacer del Perú un país donde cada centro poblado no sea más un campo de concentración económico, sino un lugar de vida plena.
El Estado debe dejar de ser un mero espectador en el mercado y entrar a competir, a través de un modelo mixto, cuyo fruto de la participación sea el financiamiento de las obras públicas.
Y solo será posible si abrazamos al Cristo que dijo:
«El que quiera ser el primero, que se haga el servidor de todos»⁹.
Mientras me lees, estoy en Arequipa, llevando el entendimiento de que nuestra salvación está en el aquí y ahora, no en el mañana.
Dejemos de escribir profecías, cumplámoslas.
………….
Referencias: ¹ Evangelii Gaudium, 53. ² Amós 2, 6-7. ³ Miqueas 2, 1. ⁴ Hechos 4, 32. ⁵ Juan 10, 10. ⁶ Lucas 6, 20. ⁷ Mateo 25, 40. ⁸ Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 171. ⁹ Marcos 9, 35.