La región Moquegua enfrenta cifras alarmantes debido al incremento significativo de conductas suicidas en diversos grupos etarios. Según la Dirección Regional de Salud, en 2024 se registraron 109 personas con tendencias suicidas, 30 más que en 2023.

Flor de María Curi Tito, directora ejecutiva de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública, indicó que el grupo más vulnerable es el de los adultos, con 40 casos reportados en 2024, frente a los 19 del año anterior. Le siguen los jóvenes, con 50 casos en 2024, frente a 37 en 2023. Esta situación preocupa a los profesionales de la salud, quienes vienen implementado un paquete de intervención para abordar estos casos.

Por otro lado, en los adolescentes se observó una ligera disminución, ya que en 2024 se reportaron 17 casos, mientras que en 2023 fueron 19. Lo mismo ocurrió en los adultos mayores y niños, donde se registró una baja, pasando de 2 casos en 2023 a solo 1 en 2024.

Asimismo, Curi Tito indicó que en 2023 se registraron 79 intentos de suicidio, mientras que en 2024 la cifra aumentó a 109, destacando un notable incremento en los jóvenes. Según el Sistema de Información de Defunciones SINADEF, en 2024 se registraron 7 suicidios: 2 adolescentes, 2 jóvenes, 2 adultos y 1 adulto mayor. En comparación, en 2023 se reportaron 9 suicidios, en 2022 fueron 19 y en 2021, 12 casos de autoeliminación.

La profesional de salud explicó que el protocolo de atención comienza en el Hospital Regional de Moquegua, luego se deriva a un centro de salud comunitario para continuar con el diagnóstico y tratamiento. Sin embargo, alertó que muchos pacientes desisten de seguir el tratamiento. «No todos acuden, no podemos obligarlos a recibir todo el paquete de atención; es una decisión personal», señaló.

Finalmente, la psicóloga Thalía Sisa instó a prestar especial atención a los familiares que muestren síntomas de depresión, como llantos sin motivo aparente, pérdida de apetito, falta de interés por las actividades diarias, entre otros. Sisa destacó que el problema debe ser abordado de manera multisectorial, involucrando al Estado, la comunidad, la familia y, de manera individual, a las personas afectadas.