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3 marzo, 2025 4:45 pm

No lo sabía

POR: FERNANDO VALDIVIA CORREA

La ventaja de las redes sociales es que de cuando en cuando nos trae historias interesantes, Una de estas es la Albert Ernest Clifford Young. En 1983, este granjero australiano de 61 años, decidió correr la Ultramaratón Sídney-Melbourne (875 km), con un tiempo estimado de 7 días. Contra todo pronóstico, ganó la carrera completándola en solo 5 días y con más de 10 horas de diferencia del segundo puesto. Su secreto fue que mientras los otros dormían para reponer fuerzas, él seguía trotando. Al ser abordado por la prensa, Clifford dijo escuetamente “no lo sabía”, en clara alusión a que no tenía idea que podía descansar durante la competición.

Esta peculiar frase, es repetida incansablemente en nuestro quehacer cotidiano. Basta ver la hazaña mostrada por el Club Alianza Lima dejando fuera de la Copa Libertadores al mismísimo Boca en “La Bombonera”, dándole el boleto a la tercera fase de esta contienda futbolística. Este equipo, quizá con mejor plantel y con altas expectativas, el año pasado no pudo lograr tal proeza. Pero, en esta ocasión, con vientos poco (o nada) favorables, sí. ¿Qué marcó la diferencia? Imposible saberlo con exactitud; sin embargo, algo -en lo individual y/o colectivo- sucedió. Probablemente la actitud mostrada frente al rival (no sintiéndose inferiores), mayor entrenamiento, cambio de estrategia, etc., valió, y dio el resultado ansiado. Pero, si preguntásemos a un jugador victoriano que estuvo en el campo, la razón por la cual hizo ese amague, o efectuó ese disparo, simplemente hubiera expresado: “no lo sabía”.

Es cierto, a diario hacemos cosas de rutina (lo cual es bueno, como bañarse, tomar desayuno, alistar a los niños al colegio, prepararse para el trabajo, etc.), aunque hay otras que no. Es como que si nos saliéramos de la foto. Marcamos -voluntariamente o no- la pauta, y eso hace que fuésemos elegidos para el puesto laboral, obtener el mérito académico (Título, Maestría, o Doctorado), entre otros.

Similar situación ocurre cuando conocemos a ese alguien. Dura lo que tiene que durar, exactamente. Luego viene la reflexión, y no del porqué fracasamos, sino de todo lo bueno que pasó: viajes, playa, cine, almuerzos, etc. Malcolm T. Liepke solía decir: “Marcar las distancias para no ser herido, equivale a marcar las distancias para no ser amado. Y al final, de qué sirve morir ileso”. Y vaya que tenía razón, pues si nos preguntasen el motivo por el cual escogimos a esa persona como parte de nuestra vida, incluyendo la posterior ruptura sentimental, entonces afirmaríamos: “no lo sabía”.

La reflexión es muy simple: Hagamos cosas, minimizando riesgos desde luego, que de repente no estemos dispuestos, pues es difícil o alguien más lo hizo y cayó. “Keep going” es la frase usada por los norteamericanos. Por ejemplo, si sentimos que tenemos una vida muy sedentaria, y cuesta salir a trotar, vayamos al gimnasio cercano. Será aburrido al principio, y no lo hagamos únicamente por salud o vernos bien, sino además por apartar siquiera por un momento ese día a día que termina aprisionándonos. Tal vez con el tiempo, aparezca un inesperado y favorable resultado, y nos pregunten la razón de ese éxito, y ahí exclamaremos: “no lo sabía”.

Análisis & Opinión