Señor Jorge Del Castillo ¿Cuál es la principal consecuencia de los últimos años de inestabilidad política en el Perú?

La principal consecuencia ha sido la ruptura de la institucionalidad, lo que ha llevado a un manejo inestable del país, con autoridades en conflicto constante, falta de preparación y un sistema político en crisis.

¿Cómo afecta la constante presentación de denuncias entre autoridades al ciudadano común?

Ello está generando una imagen de caos y desorden en la política, dando un mal ejemplo a la opinión pública y debilitando aún más la confianza en las instituciones.

¿Qué crítica hace a la reforma política realizada en el Perú?

Se ve por todos lados que la reforma política no logró fortalecer los partidos políticos y, en cambio, llevó a una situación de desorden, donde los partidos han perdido representatividad y las bancadas parlamentarias carecen de coherencia ideológica.

¿Qué opina sobre la fragmentación política y el exceso de candidatos en cada elección?

Se ha producido el fenómeno de la «candidatitis aguda» ha llevado a una gran cantidad de postulantes sin formación política sólida, lo que refleja improvisación y falta de liderazgo en los partidos tradicionales. La escasa preparación política, técnica de muchos candidatos le hacen daño al Perú.

¿Cuál es su visión sobre el rol de los partidos políticos en la crisis actual?

Como se sabe, los partidos han sido atacados sistemáticamente, lo que ha debilitado la democracia, y aboga por el fortalecimiento de partidos con estructura y liderazgo para evitar la proliferación de candidatos sin propuestas sólidas.

¿Qué piensa sobre la judicialización de la política y el uso de mecanismos como la Junta Nacional de Justicia?

Que ha habido manipulación en la justicia con decisiones arbitrarias que han debilitado las instituciones, generando vulnerabilidad en el sistema político y judicial.

¿Cómo describe la situación actual del país en términos de estabilidad política?

Lo que se puede decir es que todo en el país es precario: la presidencia, el Congreso, el sistema de justicia y las instituciones en general, lo que genera incertidumbre y falta de dirección.

Usted menciona que tiene una vasta experiencia política, habiendo ocupado diversos cargos como regidor, alcalde, prefecto, diputado y primer ministro. También señala que no puede llevarse su experiencia «a la tumba» y que está dispuesto a ponerla al servicio del país. ¿Significa esto que usted se postulará oficialmente a la presidencia de la República en las próximas elecciones? Si es así, ¿cuál sería su principal estrategia para diferenciarse de otros candidatos en un escenario político tan fragmentado y con una ciudadanía desencantada de la política tradicional?

La verdad es que aún no he tomado una decisión definitiva sobre la candidatura, pero dejó abierta la posibilidad de postular si cuento con el respaldo del pueblo aprista. Es importante que nuestra propuesta está basada en la estabilidad institucional, la experiencia combinada con la renovación de cuadros y la necesidad de un liderazgo fuerte y preparado en el país. El Perú necesita partidos sólidos y no movimientos improvisados que desaparecen tras una elección. Asimismo, es importante centrar propuestas claras de recuperación de la seguridad ciudadana, fortalecimiento de las instituciones democráticas y reactivación económica con políticas públicas serias y estructuradas. Nuestra trayectoria permite ofrecer una visión más estructurada y realista del gobierno, en contraste con el populismo y la improvisación que han caracterizado recientes administraciones.

¿Cuál es su postura respecto al accionar de la Policía en el combate contra la delincuencia?

Los policías deben tener garantías legales para usar su arma en defensa propia y de la ciudadanía sin temor a represalias legales, promoviendo una política de «mano dura» contra la criminalidad.